Quién es Miguel Uribe, el político tiroteado en Colombia, y qué hipótesis maneja el Gobierno sobre su atentado
El país americano teme volver a los años más oscuros de violencia tras el ataque, que tiene al precandidato conservador entre la vida y la muerte. Lo tiroteó un sicario de 15 años.

El senador conservador colombiano Miguel Uribe Turbay recibió un disparo y resultó gravemente herido el sábado durante un mitin de campaña en la capital del país, Bogotá. El atroz ataque, grabado en vídeo y ejecutado por un sicario de apenas 15 años, ha conmocionado a una nación que décadas atrás era escenario habitual de secuestros y asesinatos de políticos y personalidades de alto perfil. El fantasma revive.
Uribe Turbay, de 39 años, anunció su intención de postularse a la presidencia el próximo año y ahora sigue ingresado, entre la vida y la muerte. Ha sido sometido a dos operaciones en la Fundación Santa Fe. Los médicos indicaron que atraviesa "horas críticas" y su familia pide que se rece por él.
¿Pero quién es Uribe Turbay? Pues un miembro del partido de derechas Centro Democrático, que lanzó su candidatura presidencial en marzo. Es, pues, un precandidato al mayor cargo del país. En estos meses, se ha convertido en una destacada voz de la oposición al Gobierno del presidente Gustavo Petro, el primer político de izquierda en llegar a la presidencia de Colombia y quien no podrá buscar la reelección en 2026. Su familia también sufrió violencia política, así que este ataque es un nuevo bucle para los suyos.
En octubre del año pasado, publicó un vídeo en redes sociales anunciando su intención de presentarse, eligiendo las montañas de Copacabana, en el departamento de Antioquia, como escenario. El país celebrará elecciones presidenciales el 31 de mayo de 2026. "Un lugar con un profundo significado para mí”, dijo en el vídeo. "Fue aquí donde mi madre fue secuestrada por Pablo Escobar y asesinada cuando yo estaba a punto de cumplir cinco años", dijo, según recuerda AP. Su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada por el Cártel de Medellín y asesinada en 1991, uno de los períodos más violentos de Colombia.
Su hijo ingresó temprano a la política, siendo elegido concejal de la ciudad de Bogotá a los 25 años en 2012. En 2016, fue nombrado secretario de Gobierno de la ciudad por el entonces alcalde Enrique Peñalosa. En 2022, se convirtió en el senador más votado de Colombia. Fue invitado a postularse por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, con quien no tiene parentesco.
“Atentaron contra una esperanza de la Patria, contra un gran esposo, padre, hijo, hermano, contra un gran compañero de trabajo”, expresó, tras conocer la noticia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Uribe Turbay nació en una prominente familia política. Es nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, quien ejerció el cargo entre 1978 y 1982, y nieto paterno de Rodrigo Uribe Echavarría, exdirector del Partido Liberal. No se le consideraba favorito en las elecciones del próximo año, según encuestas recientes, y aún enfrentaba competencia dentro de su propia coalición política. En sus mensajes de precampaña, Uribe Turbay se centró principalmente en la seguridad, buscando impulsar la inversión y promover la estabilidad económica.

¿Qué ha podido pasar?
Las autoridades colombianas trabajan tres hipótesis sobre los motivos del atentado. Así lo anunció este domingo el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, en una declaración que dio a la prensa, tras concluir un consejo extraordinario de seguridad en el que participó el presidente Petro. En esa reunión "se evaluaron algunas hipótesis de por qué se cometió este atentado" contra Uribe Turbay, del partido uribista Centro Democrático, de derecha y oposición al Gobierno, y "no se puede determinar o desvirtuar alguna de ellas", dijo el ministro.
"Podríamos agruparlas en tres grandes grupos: si fue directamente por tratarse de Miguel Uribe Turbay, o si fue por ser político y todo lo que va alrededor de su partido político o si se trata de desestabilizar al Gobierno nacional, a través de atentados a algunos miembros que piensen diferente a este Gobierno", manifestó Sánchez Suárez.
Uribe Turbay, de 39 años, recibió la víspera dos impactos de bala disparados por un hombre que estaba entre un grupo de seguidores que escuchaba un discurso suyo durante un acto político en el barrio de Modelia, en el oeste de la capital colombiana.
"Este atentado tiene un impacto en la estabilidad de nuestro país", añadió el ministro de Defensa, pues Colombia se encuentra en el comienzo de un proceso electoral para las elecciones legislativas y presidenciales que se celebrarán en marzo y mayo del año próximo.
Sánchez pidió a la ciudadanía "sensatez, prudencia y respeto" pues, según dijo, en las redes sociales han encontrado "lenguaje de odio" y otras manifestaciones que "no son propias de una democracia madura ni de una cultura ciudadana".
Políticos de todos los partidos han pedido dejar de lado los discursos incendiarios y de aversión de cara a las elecciones del año próximo y algunos han apuntado directamente al presidente Petro, al que acusan de fomentar la polarización.
Sobre las investigaciones, el director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, dijo que hay 188 policías de diferentes organismos que trabajan con la Fiscalía en la recolección de información para tratar de esclarecer el caso.
Pese a que, según medios locales, al detenido se le decomisó un teléfono celular supuestamente con información que podría ayudar en las investigaciones, el general Triana afirmó que "en el lugar de los hechos no había un celular".

Amenazas a miembros del Gobierno
El ministro del Interior, Armando Benedetti, quien también participó en la reunión, dijo que mañana habrá una reunión de Petro con los presidentes de los distintos partidos políticos, para tratar el tema de la violencia electoral y las garantías para las elecciones de 2026.
"Lo que pide el Ministerio del Interior y el mismo Gobierno es que se acaben las insinuaciones de la responsabilidad sobre ese crimen, porque eso nos aleja de la verdad y al alejarnos de la verdad estamos mucho más fácil de caer en el abismo de la violencia", expresó Benedetti.
El ministro denunció que incluso algunos miembros de su familia han recibido amenazas luego del atentado contra Uribe Turbay, que se han extendido a Antonella Petro, hija del presidente.
Al respecto, Petro señaló en su cuenta de X que en el consejo de seguridad ordenó "la ampliación de los sistemas de seguridad de los miembros de la oposición y de las familias de los integrantes del gobierno nacional, ante las nuevas amenazas directas contra los hijos de ministros y presidente".
Los fantasmas retornan
La peor expresión de la violencia política colombiana resurgió con este atentado, avivando el temor a que el país vuelva a los oscuros años de finales del siglo pasado cuando fueron asesinados varios candidatos presidenciales. "Es esencial proteger a todos los candidatos como elemento fundamental de nuestra democracia. El pasado de la violencia política, con candidatos asesinados, no puede repetirse. Y todos los actores públicos, empezando por el primer mandatario, deben evitar el lenguaje violento que fomenta la polarización y genera, a su vez, más violencia", manifestó hoy el exministro José Antonio Ocampo.
Ese pasado de violencia al que aludió Ocampo fue la sangrienta campaña presidencial para las elecciones de 1990 en la cual el país estaba sometido por la violencia del narcotráfico y fueron asesinados tres candidatos a la jefatura de Estado en tan solo ocho meses.
El primero fue el liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, asesinado la noche del 18 de agosto de 1989 durante un mitin en la plaza principal de Soacha, un municipio aledaño a Bogotá, en un atentado que, por la forma como se cometió, guarda similitudes con el de ayer contra Uribe Turbay. Siete meses después, el 22 de marzo de 1990, Bernardo Jaramillo Ossa, candidato presidencial del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP), fue asesinado en el aeropuerto de Bogotá.
Jaramillo había reemplazado al frente de la UP a Jaime Pardo Leal, quien fue candidato presidencial en 1986 y fue asesinado un año después, el 11 de octubre de 1987, en la localidad de La Mesa, cercana a Bogotá, como parte del genocidio que costó la vida a más de 4.000 integrantes de ese partido nacido de un intento de acuerdo de paz del Gobierno de la época con la guerrilla de las FARC.
La orgía de sangre se cobró también la vida de Carlos Pizarro Leongómez, quien fue comandante de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19) y firmó la paz en marzo de 1990 con el entonces presidente Virgilio Barco (1986-1990).
Sin embargo, menos de un mes después, el 26 de abril de 1990, cuando era candidato presidencial, fue tiroteado por un sicario que le disparó en un avión en pleno vuelo en el que viajaba a Barranquilla para un mitin electoral.
Una de sus hijas, la senadora de izquierdas María José Pizarro, que también es precandidata presidencial del partido oficialista Pacto Histórico, propuso a todos los partidos un acuerdo contra la violencia en la política. "Soy hija de un candidato presidencial asesinado en 1990 y esta historia no se puede repetir", dijo Pizarro en su cuenta de X, en la que agregó: "Colombia está adolorida, debemos actuar con grandeza, prudencia y empatía. Llamo a las bases del Pacto Histórico, influenciadores y medios de comunicación a abandonar y rechazar mensajes de venganza, odio y convocatorias a la violencia".
Buena parte de las críticas por la situación que vive el país apuntan al presidente Gustavo Petro, quien en los últimos meses ha endurecido el discurso contra sus opositores a quienes descalifica con adjetivos como "fascistas", "asesinos", "nazis", "golpistas" e incluso "ratas de alcantarilla", como los llamó anoche en su alocución por el atentado contra Uribe Turbay.
"El presidente Petro ha conducido al país a un abismo que jamás imaginamos que volveríamos a enfrentar. Su manera de dividir y señalar ha sido interpretada por los grupos criminales como una señal que incentiva la violencia", expresó el presidente del Senado, el conservador Efraín Cepeda, quien al igual que Uribe Turbay es un severo crítico del mandatario.
Por eso, el exministro liberal Juan Fernando Cristo, que hasta hace unos meses hizo parte del gabinete de Petro, propuso hoy hacer "un alto en el camino en esta espiral de odio y violencia". "Si no lo hacemos, esta campaña que aún ni arranca será imposible (...) Ese es el único camino para recuperar la tranquilidad y aislar a los criminales que siempre acuden a sus armas asesinas", afirmó en un escrito en X.
Uno de los primeros en responder a esos llamados fue el precandidato presidencial Gustavo Bolívar, una de las figuras de izquierda más cercanas a Petro, quien anunció este domingo la suspensión de su actividad política de cara a las elecciones de 2026 por el atentado contra Uribe Turbay.
"De mi parte y por respeto con Miguel Uribe suspendo toda actividad política y les pido a los demás precandidatos que pongamos fin a la descalificación personal, a la violencia verbal", manifestó Bolívar, mientras el país no cesa de manifestar su solidaridad con el senador herido y con su familia.