Ucrania vuelve a sacar a relucir su enorme obús autopropulsado considerado una maravilla de ingeniería destructiva
Es uno de los más poderosos en el arsenal ucraniano.
El ejército ucraniano podría haber vuelto a utilizar el 2S7 Pion, un potente obús autopropulsado de 203 mm, en la guerra contra Rusia después de un tiempo de relativa inactividad. Así lo ha revelado en X una cuenta de inteligencia de código abierto, que documentó este sistema de artillería pesada, que sigue siendo uno de los más poderosos en el arsenal de Ucrania.
"Después de una pequeña pausa, los 2S7 Pions ucranianos parecen haber vuelto a entrar en combate. Aquí se los ve enviando un proyectil de 203 mm pulgadas a un objetivo ruso", destaca la publicación.
El 2S7 Pion, armado con un obús 2A44 de 203 mm, es capaz de disparar proyectiles de más de 100 kilogramos a distancias superiores a 37 kilómetros, con una velocidad de disparo de un proyectil por minuto. Su chasis, derivado del tanque T-80, le otorga una notable movilidad en terrenos difíciles, mientras que su capacidad de munición a bordo incluye hasta cuatro proyectiles, con soporte de vehículos adicionales para rondas extra.
Escasez de municiones
Aunque fue diseñado durante la Guerra Fría para cargar tanto proyectiles convencionales como nucleares, su uso actual se centra en proyectiles de alto explosivo, como el M106 suministrado por EEUU. Este proyectil, que pesa alrededor de 110 kilogramos, tiene una capacidad destructiva devastadora, capaz de penetrar objetivos endurecidos antes de la detonación.
No obstante, la disponibilidad de tales proyectiles se ha convertido en un desafío significativo para Ucrania, dada la escasez mundial de munición de 203 mm y la rareza de este sistema de artillería.
Históricamente, el 2S7 Pion fue operado por las fuerzas soviéticas y, más tarde, por las rusas. Ucrania heredó varios de estos sistemas tras la disolución de la Unión Soviética, pero las reservas de munición de 203 mm se han agotado rápidamente durante el actual conflicto bélico.
Para suplir esta falta, Ucrania ha recurrido a aliados internacionales, siendo EEUU uno de los principales proveedores de proyectiles M106. Además, países como Grecia han considerado transferir excedentes de municiones, aunque estas transferencias son limitadas por la disminución de las existencias en Europa.
"El suministro de municiones de 203 mm refleja una decisión estratégica de aprovechar las plataformas de la era soviética existentes en Ucrania y al mismo tiempo integrar municiones occidentale", explica en Bulgarian Military Michael Kofman, miembro senior del Carnegie Endowment for International Peace, en un análisis reciente. Sin embargo, este apoyo es limitado, ya que EEUU abandonó gradualmente sus propios sistemas de 203 mm hace décadas
La capacidad de Ucrania para mantener el 2S7 Pion en operación también depende de la posibilidad de adaptar sus líneas de producción para fabricar proyectiles de 203 mm. Pero la falta de maquinaria especializada y la interrupción en el suministro de materias primas dificultan enormemente este proceso.
"Ucrania podría, teóricamente, adaptar sus líneas de producción para fabricar munición de 203 mm, pero esto exigiría una inversión sustancial y tiempo, dos cosas que no abundan en tiempos de guerra", asegura Oleksandr Danylyuk, ex asesor del Ministerio de Defensa de Ucrania.