Don Juan renace como musical

Don Juan renace como musical

El musical Don Juan: Un musical a sangre y fuego, en escena en el Teatro de la Luz Philips, de Madrid, es una versión arriesgada y valiente, al estilo Broadway, de uno de los textos dramáticos más conocidos de la historia del teatro español.

  5c8b207b3b000002076d09a5

Foto: Don Juan, el musical.

El musical Don Juan: Un musical a sangre y fuego que está puesto en escena en el Teatro de la Luz Philips presenta una apuesta valiente y arriesgada. Se trata de una versión al estilo de Broadway de uno de los textos dramáticos más conocidos de la historia del teatro español. La propuesta es espectacular y la escenografía grandiosa, como corresponde al tema, y la música está encargada por un gran compositor, Antonio Calvo.

Este musical tiene varios aspectos positivos. El más arriesgado, sin duda, es haber preservado el texto original de Zorrilla. Esta es una apuesta que un filólogo de formación como yo no puede sino alabar.

Vídeo promocional del musical.

El Don Juan Tenorio original está compuesto de dos partes, la primera (una noche del carnaval de 1541) consta de cuatro actos y la segunda (una noche de 1546), de tres que se convierten en 19 escenas y 13 respectivamente. Algunos de los títulos de los actos se respetan, como Apoteosis del amor, aunque eché en falta los muy sonoros de Profanación y El Diablo a las puertas del cielo con sus magníficas connotaciones de libertinaje. La elección del texto original presenta una serie de problemas específicos de adaptación. La música aparece, a veces, forzada. Por ejemplo, el episodio en la seducción de doña Ana de Pantoja, en la que don Juan tiene que explicar exactamente lo que hace mientras canta, no se sigue correctamente.

Dado el texto que se presenta, llama mucho la atención que no se exploten ninguno de los versos más conocidos de la obra original. Me refiero, en concreto, al ovillejo (o séptima real) de la seducción de doña Ana en 3 pies quebrados recogidos en un verso final.

¥ Lucía: ¿Qué queréis, buen caballero?

¥ D Juan: Quiero.

¥ Lucía: ¿Qué queréis? Vamos a ver.

¥ D Juan: Ver.

¥ Lucía: ¿Ver? ¿Qué queréis a esta hora?

¥ D Juan: A tu señora.

¥ Lucía: Idos, hidalgo, en mal hora.

¥ ¿Quién pensáis que vive aquí?

¥ D Juan: Doña Ana de Pantoja, y

¥ quiero ver a tu señora.

Tampoco se explota el famoso leit motif de la obra:

¥ Yo a las cabañas bajé

¥ y a los palacios subí,

¥ y los claustros escalé;

¥ y en todas partes dejé

¥ memoria amarga de mí. (vv. 506-510).

¥ Yo a las cabañas bajé

¥ y a los palacios subí,

¥ y los claustros escalé;

¥ y pues tal mi vida fue,

¥ no, no hay perdón para mí. (vv. 3733-3737)

Esta repetición (catch-phrase en el mundillo) de Don Juan, en mi modesta opinión, hubiera sido un magnífico estribillo. No obstante, queda desdibujadísimo en una suerte de rap infumable.

  5c8b207b22000030001a58ba

Foto: Don Juan, el Musical.

Eché en falta asimismo que no se destacara convenientemente el "¿No es verdad ángel de amor?" y sí, incomprensiblemente, el estribillo del escultor "Mañana os contemplarán / los absortos sevillanos" que no añade nada a la obra.

El Don Juan Tenorio de Zorrilla es una obra popular, lo lleva siendo desde 1844, y no haber utilizado estos elementos desmerece mucho la adaptación musical.

En terrenos técnicos los actores están correctos. A Don Juan, Toni Bernetti, le faltó en ocasiones la voz y dio la impresión de agotamiento en ocasiones. Por su lado, Estíbaliz Martyn estuvo magnífica como doña Inés y quisiera destacar que, sin lugar a dudas, la favorita del público fue Patricia Clark en su pizpireto personaje de Brígida. La escenografía es magnífica y el uso de vídeos muy correcto.

En fin, un interesante intento y una apuesta arriesgada y muy loable a la que algunos graves errores de raíz desmerecen una correcta ejecución.