El adorable animal con pinta de peluche que es una de las mayores especies invasoras de Canarias
Aparte de ser una peligro para la fauna local, también puede ser peligrosa para los humanos.

Se cree que fue un vecino de la localidad del Gran Tarajal, en la isla canaria de Fuerteventura, el que llevó por primera vez, en los años sesenta, una pareja de esta especie desde Sidi Ifni, un municipio marroquí que fue una antigua colonia española, a esta isla. Una se escapó y la otra, directamente fue liberada. Desde entonces, la presencia de esta especie invasora ha ido creciendo, de forma que su expansión es tal que se ha convertid, hoy hoy, en un problema cada vez más difícil de contener. Pero no sólo amenaza ya a Fuerteventura, ya que también ha sido vista esta especie en Lanzarote y Gran Canaria.
Esta especie invasora parece un peluche, con grandes ojos y una apareciencia apacible y dócil, es la ardilla moruna (Atlantoxerus getulus) y se tienen datos de que lleva multiplicándose en Fuerteventura, en concreto, desde 1965. De forma que, en la actualidad, se se calcula que hay más de un millón de ejemplares en la isla. Se encuentran por todas partes, cerca de los cultivos, en los muros de piedra, en barrancos y en los típicos malpaíses. Es un animal omnívoro (come desde frutos a legumbres, huevos de aves e insectos) lo que facilita su adaptación a diferentes habitats. Además, tienen dos camadas al año, con entre cuatro y nueve crías cada una.
Pero lo peor de esta especie invasora con pinta de peluche inofensivo es que nada más lejos de la realidad. Porque, aparte de ser una peligro para la fauna local, también puede ser peligrosa para los humanos. La razón es que son portadoras de bacterias, amebas, bacterias e incluso parásitos como el Leishmania sp., que puede provocar enfermedades graves como la leishmaniasis cutánea y visceral, además de infecciones intestinales por amebas.
En cuanto a su presencia en los cultivos, provoca grandes daños económicos a la agricultura, sobre todo a los frutales y legumbres. Las autoridades ya han puesto en marcha campañas en estas islas para reducir e intentar erradicar esta especie invasora, aunque lo más importante es alertar a la población sobre su peligro y que eviten, en la medida de lo posible, promover su propagación.