El animal de apariencia bondadosa que amenaza la conservación de la biodiversidad de España
Se introdujo en nuestro país como mascota pero, en la actualidad, numerosas poblaciones han sido localizadas en el campo de casi todas las comunidades.

Se trata de un animal que parece encantador e inofensivo. De ahí que muchas personas lo hayan adoptado como mascota diferente de las habituales. Se trata del mapache. Y el problema en nuestro país empezó inicialmente con la adopción de este exótico animal por mucha gente, pero que, al poco tiempo, liberaban o se escaparon de las casas llegando nuestros campos, al que se han adaptado perfectamente y multiplicado en zonas de España
En la actualidad se han encontrado poblaciones de mapaches en casi todas las comunidades, aunque destaca su presencia en Madrid, Guadalajara, Baleares, Cataluña, Galicia y País Vasco. Y, como decíamos, a pesar de la apariencia inofensiva de este animal se está convirtiendo en un problema para nuestros ecosistemas y ha sido calificada ya como una especie invadora.
El principal problema se debe a que su dieta es omnívora y oportunista, por lo que es un depredador de nidos, huevos, pequeños mamíferos, peces, ranas y aves acuáticas. En concreto, en zonas de anidación, su presencia genera un desequilibrio en la zona que puede ser devastador para especies autóctonas. Por ejemplo, en las Islas Canarias, se calcula que un sólo ejemplar de mapache puede acabar con más de cien crías de la especie pardela cenicienta.
El mapache (o Procyon lotor), es originario de América del Norte y Central y llegó a Europa ya hace décadas. En España, los primeros avistamientos se registraron en Mallorca en 2001, pero la población no ha deja de crecer desde entonces, como decíamos, en numerosas partes del país.
Los mapaches, además, son portadores de enfermedades ,como la rabia y la baylisascaris, un parásito peligroso que puede afectar al sistema nervioso humano. Y, al alimentarse en basureros y zonas periurbanas, aumentan las posibilidades de contagio y ponen en riesgo tanto a personas como a animales domésticos que puedan tener contacto con ellos.
En Madrid el objetivo de la comunidad de contener su expansión. Pero, a pesar de los esfuerzos que se han hecho esfuerzos por captura (se calcula que se han recogido más de 800 ejemplares desde 2007), su presencia se mantiene estable por su alta capacidad reproductiva y su habilidad para esquivar trampas.
