Las temidas carabelas portuguesas hacen su aparición en estas playas de Vizcaya
Se recomienda extremar precauciones entre los bañistas.

El litoral vizcaíno vuelve a encender las alarmas este verano ante la llegada masiva de medusas que levantan la preocupación de los bañistas. Este domingo se han avistado varias carabelas portuguesas en la playa vizcaína de Bakio, científicamente conocidas como Physalia physalis, donde la Diputación Foral de Vizcaya mantuvo la bandera roja izada durante toda la jornada, prohibiendo el baño por riesgos de picaduras.
Este fenómeno se viene repitiendo durante este verano en distintos puntos de la costa vasca. De hecho, la Cruz Roja de Vizcaya ha alertado de la presencia de medusas en las playas de La Arena, Azkorri, Arriatera-Atxabiribil, Gorliz, Aritzatxu, Laida y Laga. Hasta el momento, se han registrado dos picaduras de carácter leve en Bakio, sin que haya requerido traslado hospitalario pero se recomienda extremar precauciones.
No obstante, este suceso no se limita solo a Vizcaya. En los últimos días, el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ha activado la alerta tras detectar carabelas en playas como Rodiles, instando a mantener la precaución y llamar al 112 en caso de incidencia. Asimismo, en Galicia la playa de Peizás (Foz) cerró al baño durante una hora tras confirmar las primeras carabelas portuguesas del estío en A Mariña.
El protocolo a seguir
Ante cada aparición, el protocolo marca avisar a los bañistas por megafonía y notificar al Departamento de Salud del Gobierno correspondiente para su actuación. Aunque cada territorio adapta sus propias medidas, el aviso es el mismo: alejarse de la orilla si ondea la bandera morada o roja. Los antecedentes invitan a la prudencia, ya que tan solo durante julio de 2024 se registraron 25 incidentes de este tipo en el litoral de Vizcaya.
Varios especialistas señalan que el cambio climático, la contaminación y la disminución de sus depredadores naturales son factores que explican la rápida expansión de estas carabelas. Además, expertos de AZTI y Cruz Roja coinciden en que el aumento de las temperaturas y las alteraciones en las corrientes marinas coinciden con la proliferación de estas especies, permitiendo que se desplacen hacia latitudes más norteñas.
En caso de sufrir una picadura, lo más importante es mantener la calma, salir del agua con cuidado y acudir al puesto de socorrismo para que evalúe la herida. No se debe frotar la zona afectada ya que esto podría extender el veneno, en su lugar se deben retirar con cuidado y con guantes los tentáculos que hayan quedado adheridos a la piel. Después conviene aplicar comprensas frías y limpiarse siempre con agua salada, así como usar vinagre o alcohol para neutralizar el veneno.
