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Adiós a las casas prefabricadas: España apuesta fuerte por los nuevos tipos de vivienda que llegan de China

Adiós a las casas prefabricadas: España apuesta fuerte por los nuevos tipos de vivienda que llegan de China

Cuestan menos que cualquier piso nuevo y se montan en tres meses. La nueva fiebre por una vivienda asequible ya tiene lista de espera en Galicia.

Conjunto de casas cápsula futuristas iluminadas por la noche, con estructura elevada y grandes ventanales de vidrio.
Las casas cápsula, diseñadas en China, combinan tecnología y diseño minimalista. En Galicia ya se ha instalado la primera unidad, que ha despertado enorme expectación.Caslua

La vivienda del futuro ya ha llegado a España. Y, sorpresa, la hemos importado de China. Se parece más a una nave espacial que a una casa y mide solo 40 metros cuadrados, algo más que muchos de los “apartamentos de lujo” que se alquilan en el madrileño barrio de Malasaña. La han bautizado con el nombre de Casa Cápsula y en Galicia, donde ya se ha instalado la primera, se encuentra la única empresa con permiso para venderlas en todo el territorio nacional. La curiosidad ha sido tal que los vecinos de San Vicente do Mar, en O Grove, hacen cola para verla.

La solución china para construir una vivienda asequible, es una mezcla entre una minicasa y un platillo volante: un cubículo brillante, ultramoderno, que tiene puertas automáticas y materiales de otro planeta. Por dentro, la equipación de la casa cápsula es sorprendente. Todo está automatizado: desde la luz y las cortinas hasta la temperatura, todo se controla con la voz. Una inteligencia artificial da la bienvenida al llegar a casa y eso, es el principio: incluye una pantalla de 72 pulgadas, un retrete calefactado, un jacuzzi y un techo retráctil que se abre con una sencilla orden. 

La sensación es de confort futurista: vivir como en un hotel de cinco estrellas, pero en apenas 40 metros cuadrados. Todo está diseñado para aprovechar el espacio al milímetro, con muebles integrados, superficies que se transforman y una iluminación que se adapta al estado de ánimo. Los materiales, aluminio y acero combinados con paneles térmicos, dan una impresión de solidez sin renunciar a la estética minimalista. No hay cables a la vista, ni grifos convencionales: todo responde a comandos de voz o sensores.

Y luego está la velocidad. Mientras una vivienda tradicional puede tardar más de un año en completarse, esta cápsula se fabrica, transporta e instala en tres meses. Llega lista para enchufar y vivir, con fontanería, climatización y domótica incorporadas. Es el sueño de cualquier persona que esté harta de retrasos, sobrecostes o promesas del promotor: aquí se paga, se trae y se habita. Sin obra, sin polvo y sin sorpresas.

Cuánto cuesta vivir en el futuro

El modelo básico ronda los 70.000 euros, y la versión de lujo no supera los 85.000. Una cantidad que, teniendo en cuenta el precio medio del metro cuadrado en España, no suena tan descabellada para quien busca independencia sin hipotecarse de por vida.

La estructura está fabricada en aluminio y acero, reforzada con varias capas de aislamiento térmico y acústico, lo que permite mantener la temperatura interior sin disparar el consumo energético. Los materiales, explican sus responsables, son resistentes a la humedad, la corrosión e incluso a movimientos sísmicos, un detalle que en España quizá parezca anecdótico, pero en China no lo es tanto.

Además, el mantenimiento es casi inexistente. No hay fachadas que pintar ni tejados que reparar. Basta con limpiar los filtros, actualizar el sistema operativo y dejar que la inteligencia artificial se encargue del resto.

El futuro cabe en 40 metros cuadrados

Desde que la primera casa cápsula se instaló en O Grove, la expectación ha sido enorme. Vecinos, curiosos y hasta empresarios turísticos se han acercado para verla en persona. Algunos la imaginan como alojamiento rural futurista; otros, como una posible respuesta al problema del acceso a la vivienda.

Y es que su diseño modular permite unir varias cápsulas para crear espacios mayores, ya sea una casa familiar o un pequeño complejo turístico. Además, puede conectarse a la red eléctrica o funcionar de forma autosuficiente, con placas solares y sistemas de reciclaje de agua.

Aún es pronto para saber si esta casa cápsula marcará una nueva tendencia en España o si quedará como una curiosidad tecnológica más. Pero algo ha cambiado. La vieja idea de la casa prefabricada empieza a quedarse atrás frente a un modelo más rápido, más limpio y, sobre todo, más listo que nosotros.

Quizá el futuro de la vivienda no sea construir más, sino construir mejor… aunque sea en 40 metros y con un techo que se abre solo.