Adiós a "el cliente manda": un restaurante se niega a aceptar una práctica habitual entre clientes y siembra la discordia
"Desde un punto de vista estrictamente jurídico, cada cliente tiene derecho a recibir su factura", subraya un individuo.

Se trata de un debate casi eterno. En Alemania se ha generado una importante polémica después de que el propietario de un restaurante de la ciudad de Esslingen am Neckar haya publicado un vídeo exigiendo a sus clientes que no paguen la cuenta por separado.
Hay opiniones para todos los gustos. Hay quienes entienden que con esa forma de pago se le da más trabajo al restaurante y hay quienes defienden que el cliente debe ser libre para pagar de la forma en la que decida.
Ante esta situación, el medio de comunicación alemán Schwäbische Zeitung ha decidido elaborar un artículo en el que ha plasmado qué es lo que piensan sus lectores en relación a este tema.
Uno de ellos destaca que se le ha dicho adiós al dicho de "el cliente siempre manda". "Antes se utilizaba el eslogan 'El cliente siempre lleva la razón', pero hace tiempo que lo hemos dejado atrás. Ahora se dice más bien 'Cuidado, el cliente amenaza con hacer un pedido'".
Otro de los lectores subraya que "desde un punto de vista estrictamente jurídico, cada cliente tiene derecho a recibir su factura, ya que el hostelero celebra un contrato individual con cada cliente al tomarle la comanda".
En la misma línea se manifiesta otro individuo, quien indica que "como llevo más de 20 años trabajando en este sector, tengo suficiente experiencia en este tema. El cliente tiene derecho a expresar cómo desea pagar: en efectivo, con tarjeta, juntos o por separado. La tecnología avanzada permite liquidar una mesa grande en poco tiempo. Ir a comer fuera es y debe seguir siendo algo especial. No debe ser un trámite. En otros países, simplemente me adapto".
"Como clientes, pensamos que somos los únicos en el mundo"
Por el contrario, hay otros lectores que no están de acuerdo con que se divida la cuenta. "Los hosteleros que están a favor de las facturas globales tienen toda la razón. Como clientes, pensamos que somos los únicos en el mundo. Pero cuando esperamos al camarero en otra mesa, nos quejamos de que el servicio es lento. El cliente alemán es simplemente egoísta e inflexible", señala uno de ellos.
"Tengo 61 años. Siempre me ha molestado que en los restaurantes se separe todo tan minuciosamente. Empezar una discusión delante del personal sobre quién ha pedido qué es innecesario y lleva mucho tiempo. ¿Por qué no hacer una cuenta global y que uno pague todo primero?", añade otra persona.
