Adiós al vino tinto: un especialista francés lanza un alerta sobre su declive y supervivencia
La industria está industria ampliando la oferta de a otros productos, con inversiones en nuevas vides y equipos para adaptarse al gusto de las nuevas generaciones.

El cambio en los hábitos de consumo está provocando que la gente beba menos vino y, en particular, los jóvenes, ya que no está de moda entre ellos y prefieren los vinos rosados, la cerveza, los licores y las opciones sin alcohol. Son las preocupaciones de la industria del vino, que ha alertado de que padece una “falta de conexión con las generaciones jóvenes, sobre todo en comparación con la popularidad del vino entre los baby boomers".
Así lo ha afirmado el analista de Euromonitor Internacional Spiro Malandrakis, quien ha resaltado que "los problemas con el vino, especialmente del tinto, están poniendo en peligro su superviviencia, así como que han ido aumentado en la última década”. De hecho, según el Consell Interprofessional du vin de Bordeaux (CIVIB), el consumo de vino tinto en Francia ha caíado alrededor del 90% desde los años setenta. Y un 80% desde 1945, según datos de una encuesta de la consultora Nielse. Este declive en el consumo se está acelerando con la generación X, los nacidos entre 1997 y 2012, ya que compran proporcionalmente la mitad de la cantidad que la de los milenials, los nacidos entre 1981 y 1996.
“Con cada generación en Francia hemos visto el cambio. Si el abuelo bebe 300 litros de vino tinto al año; el padre, 180 libros, y el hijo, 30", explicó Jean-Pierre Durand, miembro de la junta directiva de CIVIB. A esto se une una duerte caída de la demanda de China, uno de los principales mercados de exportación de vino francés, a´si como del impacto del cambio climático en esta industria.
Y, en concreto, afecta a los vinos tintos de gran volumen y fuertemente tánicos, que están en gran declive. Algunos líderes de esta industria están ampliando la oferta de estos vinos tintos a otros productos, con inversiones en nuevas vides y equipos para aumentarla en los vinos blancos y los que tienen bajo contenido en alcohol.
"En el futuro habrá una menor demanda de vinos de gama baja a medida que las generaciones más jóvenes prioricen la calidad sobre la cantidad", según Durand, director también de AdVini.
La sobreproducción de vinos de baja calidad (algunos se venden a 2,5 euros, la botella), ha advertido también este experto, y la presencia de muchos vinos de baja calidad están dañado la imagen de Burdeos, una región francesa que siempre ha sido conocida por las sus vinos caros y de alta calidad.