Leticia, agricultora del 'oro rojo' español que se vende a 10.000 euros el kilo: "Al final yo creo que es barato"
El azafrán obtiene protagonismo en La Rioja donde la única exportación ecológica que tiene la provincia comienza su cultivo.

La Rioja obtiene el foco de atención durante los próximos días. La única exportación ecológica de la provincia está comenzando en estos momentos el cultivo del azafrán, también conocido como el 'oro rojo'. Para ello, las condiciones requeridas para su óptima recogida son muy específicas y de ahí su preciado valor tanto en la gastronomía española como para los bolsillos de aquellos que estén interesados.
Esta especia llegó a la península en el siglo X gracias a los árabes y, desde entonces, es una marca de identidad de la gastronomía. Los comerciantes de la época llevaron el conocimiento a lo que ahora se conoce como España sobre el cultivo de este 'oro' y las propiedades de las que constaba: como el característico sabor o, incluso, propiedades curativas. Gracias a las condiciones meteorológicas peninsulares, su cultivo se adaptó rápidamente al terreno, donde destacó Castilla-La Mancha por sus particulares características.
Durante el siglo XVI, la demanda del azafrán alcanzó su techo comercial, incrementando así su producción y cultivo por las tierras castellanas. En el siglo pasado, esta especia tan característica de los platos y manjares españoles consiguió un prestigio internacional elevando así su valor fuera de las fronteras.
En estos momentos, aparece por encima de los 10.000 euros por kilo en los estantes de los comercios. Sin embargo, para darle esa especia a los platos se requiere de una cantidad muy inferior. Para obtener las cantidades que ahora se venden en el mercado, se requieren de 250.000 flores. Ahora, durante la época de recolecta, gran parte de la cosecha se pierde consiguiendo tan solo un kilo de producto por cada 100 kg de flores frescas.
La única agricultura con una exportación ecológica en La Rioja ha relatado en COPE Rioja los últimos detalles sobre este curioso proceso. "Si lo piensas no es tan caro porque un gramo en una cajita dura muchísimo, obtienes un gran sabor con muy muy poco. Además, hay que tener en cuenta el trabajo que hay detrás de casa gramo, un trabajo manual, laborioso y en el que se va perdiendo mucha cantidad", explica a la emisora enfatizando en que "nadie compra un kilo, compramos pequeñas cajitas y con un gramo tenemos para un montón de uso y nos dura muchísimo".
Su plantación se encuentra en la localidad riojana de Agoncillo y se dedica a la producción y recolección de esta especia tan preciada. Las plantas de las que emerge el azafrán pueden alcanzar alturas de hasta 10 y 20 centímetros. Las flores, características por un intenso color violeta, da lugar a tres estigmas cada una que son la parte de las que se extrae el producto.
Esa parte de la flor es la que le da a la especia su cotizado valor en el mercado. Tienen un color rojo oscuro y son, en palabras simples, los órganos reproductivos de la planta. Su capacidad para ser recolectados se reducen a muy pocos meses al año y requieren de un delicado proceso de secado para conservar las propiedades necesarias para que el azafrán de el sabor tan característico que conocemos del azafrán.
Ahora, comienza otro de estos procesos en la exclusiva exportadora de Leticia, que otorgará a la paella, cremas, postres y pescados españoles ese sabor tan diferencial que desde hace siglos da la vuelta al mundo. Su uso no sólo se reduce a la gastronomía; la medicina, el perfume, cosmético, tinte o colorante, son otros de los puntos clave para este 'oro rojo'.
