Un experto se pronuncia sobre si es seguro desenchufar la lavadora después de lavar la ropa
Un poco de claridad para evitar peligros.
Ya sabemos que la electricidad y el agua no son buenos amigos. El líquido elemento es un buen conductor de la luz y el cuerpo humano también conduce la electricidad, especialmente si está mojado, por lo que, cuando la electricidad entra en contacto con el agua, puede viajar a través de ella y alcanzar a una persona. Resultado: una descarga eléctrica que puede ser mortal, ya que puede causar parálisis muscular y ahogamiento.
Lo tenemos claro cuando hablamos de electrodomésticos como el secador del pelo o una radio con cable pero, ¿y con la lavadora? ¿Debería desenchufarse siempre después de lavar la ropa, por precaución, teniendo en cuenta que aún está mojada tras trabajar durante un buen rato?
Antti Helén, director de instalaciones eléctricas de Energiavahti Oy, ha sido entrevistado por el diario finlandés Ilta Sanomat para arrojar un poco de luz ante este dilema. Afirma el experto que en ocasiones puede producirse una situación peligrosa si una lavadora falla, ya que la estructura metálica de una lavadora dañada queda electrificada. "Gracias a la conexión a tierra de protección, se produce un cortocircuito que funde el fusible. Si la corriente de cortocircuito no alcanza un valor suficientemente alto, parte de la corriente de falla puede pasar a través de la persona y, en el peor de los casos, el fusible no se fundirá", explica Helén.
El especialista expone que el riesgo es mayor "si la toma de corriente del baño no tiene un interruptor diferencial (ID) o si este no funciona correctamente". Los ID cortan la electricidad inmediatamente si la corriente toma una ruta inusual, como a través del cuerpo humano o un suelo de baldosas mojado, lo que es una gran garantía. Sin embargo, "muchos baños cuentan con protección contra corriente residual". "La necesidad de este sistema depende de la antigüedad del baño y de cuándo se realizaron las últimas reformas eléctricas en la vivienda", ahonda.
Los dispositivos de corriente residual (RCD), también conocidos como interruptores diferenciales, son obligatorios en España (según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión o REBT), como en la propia, Finlandia, para proteger contra descargas eléctricas, y deben instalarse en todas las instalaciones eléctricas, incluyendo hogares, oficinas y lugares de construcción. Han de usarse siempre que se trabaje con equipos eléctricos para desconectar automáticamente la corriente en caso de fuga peligrosa.
Según Helén, en las casas más nuevas no hay peligro, incluso si dejas la lavadora enchufada mientras te duchas, siempre que funcione la protección contra sobrecorriente. Sin embargo, quienes viven en casas antiguas, sobre todo, rara vez saben cómo funciona la instalación eléctrica de su hogar. "Quizás sea más prudente prevenir y acostumbrarse a desenchufar la lavadora después de cada lavado", expone. "Si tiene la más mínima duda, una buena regla general es no ducharse ni bañarse al mismo tiempo que un aparato eléctrico esté enchufado en la misma habitación. Además, conviene dejar que la habitación se seque completamente después de la ducha antes de encender la lavadora o el secador", señala al citado medio.
Según dice, el riesgo para las personas mayores es muy bajo y es más probable que la lavadora cause daños por agua a que sufran una descarga eléctrica. Aun así, la descarga de un aparato eléctrico defectuoso en un espacio húmedo es tan fuerte que las consecuencias "podrían ser fatales", recuerda.
Así que es seguro y, en ocasiones, recomendable desenchufar el aparato, porque se elimina el riesgo potencial de fallos, sobrecalentamiento o incluso incendios en caso de una subida de tensión o un problema interno del cableado. Además, se protege la electrónica interna de posibles daños causados por picos de tensión o tormentas eléctricas y se prolonga la vida útil de los componentes de la lavadora. Desconectar la lavadora por completo ayuda, finalmente, a reducir este gasto innecesario en la factura de la luz.