De conducir con el cigarro en la mano al misterioso camión: los momentos más surrealistas de la presentación de Rosalía
La catalana desató la locura en Madrid en un evento, que finalmente no fue lo esperado.

La locura se desató en Madrid este lunes. Los ojos estaban puestos en el directo de Rosalía a las 20:45h, donde se esperaba que hiciese algún anuncio relacionado con su nuevo disco, Lux, pero cuando mientras acababa de peinarse y comerse un pincho de tortilla de patatas empezó a comentar junto a su equipo que se dirigían a Callao, la ciudad entró en colapso. Muchos esperaban algo que finalmente no fue más que la fecha de publicación el próximo 7 de noviembre, la portada y el título.
Numerosos fans se trasladaron a la plaza madrileña mientras la artista se acababa de maquillar y vestir e incluso se lavaba los dientes en directo o comentaba con su hermana Pilar Vila Tobella cómo se habían filtrado las imágenes promocionales del disco para que horas antes de su directo aparecieran en Times Square en Nueva York.
Todo ello, antes de que Rosalía se pusiera a los mandos de un Nissan GTR blanco con los mandos para llegar a Callao en un trayecto por Madrid en el que la catalana iba saludando a todo el que se paraba a su lado.
En este errático directo, que se vio finalizado en TikTok y pasó a Instagram, hubo varios momentos locos que han corrido como la pólvora en redes sociales y que van desde su conducción, para algunos temeraria, a la reacción de los fans que la vieron salir en Callao.
El pelo teñido como un halo
La estética religiosa de este Lux está más que presente y era algo que sus fans venían rumoreando meses atrás. De ahí que, una vez desvelada la portada, se pudiera ver a Rosalía con hábito de monja en color blanco. Sin embargo, para darle más énfasis, al poco de comenzar su directo en TikTok, Rosalía mostró cómo se había teñido de rubio una especie de aureola de ángel. El primer reveal de la noche.
"No hay forma de que se relajen conmigo conduciendo"
Durante el trayecto, Rosalía intentó hacer varios adelantamientos o, simplemente situarse al lado de otros vehículos, ante el pavor de su hermana, a lo que ella bromeaba con que era una situación que llevaba toda la vida viviendo. "No hay forma de que se relajen conmigo conduciendo", decía.
Tras esto, se paró a hablar en un semáforo con el vehículo de al lado, detallándole que era la primera vez que conducía ese coche y que sus acompañantes no le dejaban "pisarle", a lo que este le alentó a que le "pisara". Madre mía, Rosalía, bájale.
Fumando y conduciendo
A esta conducción se sumó que la catalana se encendió un cigarro al volante, algo que desató todo tipo de comentarios en redes sociales y que, según algunos, sería el motivo por el que TikTok cerró el directo, ya que infringe las normas de tráfico y de la comunidad de la red social.
La cercanía con los fans
A su llegada a Callao, Rosalía ya empezó a encontrarse con multitud de fans que iban parando su coche e incluso introduciéndole bolígrafos y móviles para que se hiciera fotos o firmase sus camisetas mientras conducía. Uno de los momentos más comentados fue cuando un grupo de señoras empezaron a saludarla como si la conocieran y ella, de la forma más tranquila del mundo, les respondió con cariño.
Su llegada al más puro estilo 'novia a la fuga'
Tras verse obligada a bajarse del coche y llegar sin ningún tipo de escolta policial a la plaza de Callao, Rosalía fue recibida por su equipo de seguridad, fotógrafos y parte de su equipo que la guiaban con unos neones blancos entre la multitud que se había reunido en el enclave madrileño.
La imagen, con la artista ataviada con falda blanca con volumen y blusa del mismo color, recordaba a esa Novia a la fuga de Julia Roberts, aunque esta finalmente tuvo que refugiarse en un hotel de la plaza, donde permaneció hora y media hasta que volvió a salir escoltada a un coche para marcharse.
El delirio del camión
Con cantidad de fans reunidos en la plaza que apenas pudieron ver a la artista, casi como una aparición mariana, el delirio colectivo era evidente. Muchos esperaban que hiciera una performance, una breve actuación en directo o que dirigiese, al menos, algunas palabras a sus fans, pero no fue así.
En la espera, la aparición de cualquier elemento desataba la locura y para muestra de ello fue un camión que se dirigía a una de las calles aledañas y que tuvo que atravesar la plaza de Callao y con el que algunos soñaron que iba a aparecer la artista o que se iba a convertir en un escenario.
