Juan Carlos I en su entrevista en Francia: “La española es la única Constitución de Europa con nombre. Se llama la Constitución del rey Juan Carlos"
El emérito ha recordado su proclamación como rey de España, ha puesto en valor su labor, rememoró el 23-F y habló de Franco y de su padre.

Juan Carlos I se cansó de que otros contaran su historia, sentía que se la estaban robando, como él mismo expresó. Por ello aprovechó el tiempo libre que tiene en su exilio en Abu Dabi, lugar al que se mudó en agosto de 2020 debido a sus escándalos, y donde se ha convertido en residente fiscal. Anhela volver a España, pero habla ya de largas temporadas y no de regresar a vivir de forma permanente al país en el que no nació, pero en el que reinó entre 1975 y 2014.
Así surgió Reconciliación, un libro de memorias en el que cuenta su vida ayudado por Laurence Debray. Y como en toda biografía, habla de lo que quiere y como quiere. El libro se publicó en Francia en noviembre, mientras que en España se esperó a diciembre para que el lanzamiento no coincidiera con el 50 aniversario del regreso de la monarquía y de la proclamación de Juan Carlos I. Y entre la publicación de Reconciliación a un lado y al otro de los Pirineos se ha emitido la entrevista que el emérito concedió al reputado periodista Stéphane Bern para France 3.

Juan Carlos I señaló que no se arrepiente de lo que ha hecho, que no siente remordimientos y que todo el mundo comete errores. De todos modos, sí lamentó haber prestado poca atención a su familia y espera que le perdonen. Además, desea que los españoles le comprendan. Pero hay más.
Juan Carlos I expresó en esta entrevista a la que tuvo acceso EFE que "hay que ver a la monarquía como lo que da perennidad y estabilidad a un país. Y sobre todo, es una garantía para la democracia". Y por supuesto hubo referencia a la Carta Magna, aunque en unos términos sin duda sorprendentes: "Dio los poderes al pueblo, al Congreso. Es la única Constitución de Europa con nombre. Se llama la Constitución del rey Juan Carlos".

4 días antes de la emisión de la entrevista se conmemoraron los 50 años desde su subida al trono, celebrados con un almuerzo familiar privado en El Pardo que sirvió también de homenaje a la reina Sofía tras haberle sido entregado el Toisón de Oro el día anterior. Juan Carlos I recuerda con mucha emoción su proclamación, un hecho fundamental en su vida. "Ese día estaba muy nervioso y preocupado porque todo fuese bien. Íbamos a entrar en otra etapa, pero lo viví con mucha emoción. Lo recordaré siempre porque fue una jornada muy fundamental en mi vida. Era la primera vez que iba a hablar a los españoles y, sobre todo, al Parlamento que era completamente franquista".
Agradeció la ayuda del cardenal Tarancón, que en su discurso en el Te Deum por la proclamación le pidió que fuese "el rey de todos y le deseó acierto para abrir caminos del futuro para ofrecer estructuras jurídico-políticas que permitiesen a los ciudadanos participar libre y activamente en la vida del país", lo que ayudó a Juan Carlos I, que obtuvo así el beneplácito público del líder de la Iglesia Católica en España para caminar hacia la democracia.

"Nunca dudé. No había que tener miedo. Había que avanzar y ser valiente", indicó sobre la Transición. Y sobre el 23F, reconoció que para pararlo "no había autoridad civil. Entonces lo pude hacer militarmente porque realmente tenía autoridad moral sobre los militares. Siempre estuve cerca de ellos y realmente veían en mí a un líder".
Sobre su padre, el Borbón que nunca reinó
Tampoco pasó de puntillas con el salto en la línea sucesoria que le costó la relación con su padre durante mucho tiempo. Si bien no dudó en la Transición, afirma que sí lo hizo cuando Franco le propuso ser su sucesor a título de rey porque sintió que traicionaba al conde de Barcelona. Sin embargo, asegura que Torcuato Fernández-Miranda le tranquilizó al señalar que "usted podrá ir de la ley a la ley a través de la ley", una referencia a cómo podría desmontar el franquismo cuando subiera al trono.

En relación a su padre también contó que "la impresión de ser como una pelota de ping pong" entre Franco y él, en referencia a la rivalidad existente entre el dictador y el pretendiente al trono. Ser esa pelota de ping pong provocó que cuando ambos tuvieron un desacuerdo mayor, Juan Carlos, que había sido enviado a España a estudiar, retornaba a Estoril con sus padres y hermanos. Sin embargo, al comenzar su formación militar a los 17 años tuvo claro que se quedaría en España.
Cuando Franco le nombró sucesor entendió que "había que preparar el futuro y estar tranquilo a la espera que llegase el momento. Creo que en ese momento teníamos que aceptar lo que pasaba y el momento que había en España. Tuve que aceptar las cosas como venían", aunque le costara su relación con el conde de Barcelona. Afortunadamente arreglaron las cosas.

"Fue un consejero fantástico y un amigo después. Lo quise muchísimo y tengo una sensación de que me ha acompañado desde entonces", añadió el emérito, que dio a su padre al fallecer los honores que se le negaron en vida al ser enterrado en El Escorial como si hubiera sido rey de España.
Franco lo sabía todo y solo le pidió una cosa antes de morir
Por otro lado, en la entrevista con France 3 tuvo palabras para Francisco Franco, del que señaló que estaba al corriente de que cuando reinara quería acabar con la dictadura: "Lo sabía todo. La reina y yo sabíamos que le decían todo, pero teníamos que vivir normalmente". Y para muestra de que lo sabía todo, el emérito manifestó que cuando volvió de una visita a Estados Unidos invitado por Nixon en 1971 fue informado por el ministro de Exteriores de que Franco tenía en su mesa todo lo que se publicó sobre sus declaraciones en relación a su plan para una apertura democrática en España.

"Me dije: 'Dios mío, ¿qué le voy a decir? Me fui a casa a asearme y después fui a verle. Me dijo: '¿Cómo fue el viaje?' Y le respondí: 'Muy bien. Escuche, tengo mi entrevista aquí y voy a contársela porque está en inglés'", señaló el emérito. Pero el dictador no quiso y solo le pidió que se sentase antes de decirle: "Alteza, hay que decir allí lo que no se puede decir aquí. Hay que decir aquí lo que no se puede decir allí. Nada más".
Al escucharle, quiso saber si le iba a ayudar en el futuro, pero el dictador le dejó claro que no: "Usted tendrá que hacerlo, yo no puedo hacerlo". Y cuando iba a morir, cogió la mano de su sucesor para expresarle: "Alteza, la única cosa que le pido es que mantenga la unidad de España".
El incómodo dictador Pinochet
En otro momento de la entrevista con Stéphane Bern, Juan Carlos I rememoró que la visita del dictador chileno Augusto Pinochet cuando murió Franco: "Cuando tuve que ir al aeropuerto para recibir a Pinochet porque Franco no podía (había fallecido), en el coche me dijo: 'Alteza, tiene que hacer como Franco, debe hacer exactamente lo mismo. Yo le dije: 'Sí, sí, naturalmente', pero hice lo que los españoles verdaderamente querían".

La presencia del dictador chileno era sumamente incómoda y no deseaba que estuviera presente en su proclamación, por lo que lucharon para que se marchara: "Vinieron (él y la primera dama filipina Imelda Marcos) por el fallecimiento de Franco, pero yo no quería en absoluto que se quedará el día que me convertí en rey. Finalmente conseguimos que se fuese".
"En mi primer discurso dije que íbamos a una democracia y eso. ¿Pero cómo hacerlo?. No lo sabíamos aún. Con diferentes personas, ideamos un plan y empezaron a trabajar bajo mi dirección y logramos crear una Constitución para todos los españoles", recordó Juan Carlos I sobre ese 22 de noviembre de 1975 en el que se convirtió en rey de España.
