¿Se mantiene el 'boom' de la ropa interior roja en Nochevieja?: su origen y cómo se ha ido transformando ante el reinado del negro

¿Se mantiene el 'boom' de la ropa interior roja en Nochevieja?: su origen y cómo se ha ido transformando ante el reinado del negro

Desde que los romanos comenzaron a asociar el color rojo a la salud, fertilidad y protección, esta tradición ha ido evolucionando, especialmente en países como Italia, España y, en menor medida, Alemania, para atraer la buena suerte en el año entrante.

Conjunto de lencería rojo sobre fondo navideño.Getty Images/iStockphoto

El rojo es el color por excelencia de la Navidad. Hay multitud de adornos en este color: el traje de Papá Noel, los frutos del muérdago e incluso las cajas de bombones tan populares en estas fechas son rojas. Pero hay algo que se transmite de generación en generación como una de esas tradiciones para atraer la buena suerte en el año entrante, como comerse las 12 uvas: llevar ropa interior o lencería de color rojo.

De hecho, es común en estos días ver los escaparates de las tiendas de ropa interior con atractivos conjuntos en este color, tanto para ellos y para ellas. Victoria's Secret incluso ha usado a la 'reina de la Navidad' Mariah Carey como imagen de la marca con un conjunto de color rojo y el eslogan "celebrate Mariah's season". Pero, ¿cuál es el origen de esta tradición? ¿Se sigue manteniendo o ya se ha superado esta superstición y se orientan las modas hacia otros colores como el negro?

Para conocer el origen de esta superstición, por la cual llevar ropa interior roja en Nochevieja sirve para atraer la buena suerte, la prosperidad y la salud en el próximo año, hay que retraerse a la Antigua Roma, donde este color representaba salud, fertilidad y protección, por lo que era muy utilizado en amuletos y símbolos. 

Sin embargo, en la Edad Media esto cambió y el rojo se asoció a la brujería y las malas energías, llegando incluso a haber prohibiciones por parte de la iglesia católica a usarla. Esto se extendió por España e Italia y, en menor medida, por Alemania. De ahí que, según las creencias populares, muchos lo usasen en la ropa interior como amuleto para hacer frente a los malos presagios sin ser detectados. 

En el mundo contemporáneo, esto se ha visto también influenciado por las creencias orientales de países como China, donde el rojo es un color de buena suerte y es frecuente en las celebraciones de Fin de año.

Las personas más supersticiosas recuerdan que la recomendación es ponerse la prenda justo antes de la medianoche del 31 de diciembre y llevarla durante toda la noche. Algunos incluso aseguran que la ropa interior debe ser desechada al día siguiente para completar el rito de la buena suerte.

  Mariah Carey en un escaparate de Victoria's Secret por Navidad.Mike Kemp

En el mes de diciembre, las búsquedas de Google relacionadas con ropa interior roja o lencería roja han aumentado un 150%, llegando exponencialmente al máximo conforme se acerca la Nochevieja, un impacto que viven también algunas marcas y tiendas de ropa interior.

Es el caso de la firma española Selmark, donde su directora creativa Virginia M. Rovelli asegura a El HuffPost que conocen perfectamente el "trasfondo cultural" que supone esta tradición. "Es una costumbre muy arraigada en Europa y Latinoamérica, vinculada a la buena suerte y prosperidad en el cambio de año. Forma parte del imaginario colectivo y es una tradición que influye directamente en cómo el consumidor elige la lencería para esa noche", señala.

Rovelli señala que, pese a no tener una colección específica para Fin de Año, sí que tratan de "integrar el rojo de forma natural en nuestras propuestas de otoño-invierno". "Este año, además, hemos lanzado una línea especial en rojo y negro con motivo del 50º aniversario de la firma, pensada para responder a esa demanda de piezas más sofisticadas y festivas durante la temporada navideña", explica.

De hecho, el aumento de la compra de lencería no es solo algo asociado a esta tradición, sino que tal y como se puede ver en las tendencias de búsqueda, donde términos como "lencería de mujer" o "lencería roja" incrementan más de un 110% en el mes de diciembre.

En Selmark tienen claro que la demanda es mayor durante este mes: "Es un comportamiento bastante habitual. En las semanas previas a Nochevieja el rojo se convierte en uno de los colores más buscados, tanto en tiendas como en ecommerce".

El resto del año, para la marca, el color rojo es un tono "con rotación constante", pero en diciembre ven multiplicada su demanda. "El cliente busca específicamente 'algo rojo para esa noche', y eso se refleja en las venta", detalla Rovelli, quien no ve que esta tradición se vaya a perder si no que se "mantiene muy estable".

"El rojo no es solo un ritual de fin de año sino también un color de autoestima, energía y celebración y está muy consolidado como un imprescindible de estas fechas", añade la directora creativa, quien destaca que este color "tiene una presencia visual muy potente".  

"Favorece a todos los tonos de piel, define mejor la silueta y aporta una sensación inmediata de seguridad. Es un color que funciona tanto en prendas estructuradas como en diseños ligeros. El rojo nos hace sentir más atractivas y seguras", añade.

El negro, la opción más sobria y elegante frente a la superstición

No todas las firmas y tiendas de lencería ven el fenómeno de la misma forma. En la tienda multimarca de lencería Le Bratelier, una de sus fundadoras, María Albiol del Rosal, apunta a El HuffPost que conocen bien esta tradición, pero desde su experiencia esta "no está tan arraigada en España como la costumbre de aprovechar estas fechas para comprar un conjunto de color negro". 

De hecho, Albiol del Rosal apunta a que el rojo está siendo sustituido por el negro, una opción más discreta. "En los últimos años, la lencería negra es sin duda la protagonista de las celebraciones navideñas, debajo de cualquier look o incluso siendo en parte la protagonista, con transparencias o cutouts que le dan relevancia", explica.

En este sentido, admiten que en Le Bratelier refuerzan "mucho la oferta de prendas negras de las mejores marcas", tanto en ediciones especiales lanzadas para Navidad como sus diseños más clásicos. "Un conjunto negro es un (auto)regalo perfecto para este momento, y se puede usar a lo largo de todo el año", sentencia.

  Ropa interior de regalo.Volkan Sezai Suda

De hecho, lejos de optar por los escaparates en rojo, en esta tienda optan por una "decoración especial navideña que gira entorno a la prenda negra y todas sus aplicaciones, ya sea en tejido liso, con encaje, adornos o algún elemento que le de un punto especial".

Al igual que sucedía en Selmark con la lencería roja, en Le Bratelier notan "enormemente la venta de prendas negras, especialmente de conjuntos negros un punto más especiales de lo habitual", pero también en otros tonos como el topo, el berenjena o el gris perla.

Aunque admiten que no hay un aumento de oferta de prendas negras significativo, sí que "se añaden elementos más especiales, como el encaje, el tul o algún adorno, que hacen que el resultado sea la prenda elegante que la clienta va buscando". 

Eso sí, tienen claro que, de cara a futuro, la tradición y la superstición no será tan importante como elegir un conjunto de lencería bonito y que, quizás con el color negro, puede ser más versátil el resto de meses además de ser la opción perfecta para recibir al Año Nuevo: "El rojo ha sido claramente sustituido".

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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