El síntoma silencioso de la enfermedad que no se puede prevenir se esconde detrás del cansancio
El hipertiroidismo presenta un amplísimo cuadro de síntomas que conviene vigilar mediante pruebas médicas.

El hipertiroidismo es un problema que afecta cada día a más pacientes. Quienes lo sufren deben afrontar la producción de más hormona tiroidea de lo normal en el torrente sanguíneo, lo cual afecta a la regulación del cuerpo y afecta al funcionamiento y al consumo de energía.
Su causa más común es la enfermedad de Graves, que afecta aproximadamente al 80% de todos los pacientes con hipertiroidismo. No obstante, el bocio nodular hiperactivo y un nódulo tiroideo hiperactivo único son otras causas relevantes.
Si bien no hay un cuadro fijo, la mayor parte de los casos se da en mujeres y, dentro de una franja de edad, la más habitual es la de los 30-40 años.
Los síntomas del hipertiroidismo son amplios y varían en intensidad según el paciente que sufra este problema. En la lista se incluyen: fatiga sin causa justificada, pérdida de peso, transpiración y sed, temblores, palpitaciones o incluso arritmias, irritabilidad, nerviosismo o insomnio, entre otros.
El cuadro clínico, no obstante, puede ir a más y empeorar, dándose entonces dificultad para respirar, descontrol en el habla y en la movilidad.
En el caso de la enfermedad de Graves, esta puede estar asociada a hinchazón de tobillos y párpados, sensibilidad a la luz, ardor, lagrimeo o visión doble.