El arroz blanco está presente en numerosos platos y dietas, aunque cada vez los nutricionistas aconsejan sustituirlo por otras fuentes de hidratos de carbono más complejos y de absorción más lenta.

Una de las nutricionistas que han señalado que podría sustituirse por otra fuente de nutrientes es la finlandesa Kirsi Englund, aunque asegura al medio finés Ilsa Sanomat, que no hay por qué entrar en prohibiciones. 

"La gente tiene mucha incertidumbre sobre lo que puede y no puede” comer. Hay muchísima información nutricional disponible en Internet, y a muchas personas les puede resultar difícil distinguir lo que es realmente sensato de lo que no", explica.

Según recuerda, sería recomendable sustituir el arroz blanco por patatas o cereales integrales, ya que el arroz blanco es "muy bajo en fibra, proteínas y hierro". "Por supuesto, la función de los alimentos también es proporcionar energía al cuerpo, y ese es quizás el papel más importante del arroz en una comida", señala y recuerda que su variante integral es "ligeramente mejor".

Entre las recomendaciones que hace se encuentran otros cereales con valores nutricionales más ricos como son la avena, la cebada, la quinoa, el cuscús, el bulgur o el trigo sarraceno. "La avena contiene casi diez veces más fibra que el arroz normal. La avena es una opción mucho mejor nutricionalmente", recuerda.

Para elegirlos, Englund tiene en cuenta valores como su contenido proteico y en folatos (vitamina B9). Para ella, "la cebada, la avena, el trigo sarraceno y la quinoa" son los sustitutos ideales del arroz blanco o la pasta.

"La quinoa tiene un sabor un poco más amargo, por lo que no es tan fácil que se quede en la dieta de forma permanente.