Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
A los amantes de la tranquilidad y la desconexión les encantará la playa secreta de Andalucía en la que no hay cobertura

A los amantes de la tranquilidad y la desconexión les encantará la playa secreta de Andalucía en la que no hay cobertura

Vista de la playa de Castilnovo en Cádiz.Getty Images/iStockphoto

Con la llegada del verano, muchos ya están organizando sus viajes y escapadas a las costas españolas, aunque en esta época gran parte de las playas se llenan de turistas y pierden ese aire de tranquilidad que se busca de cara a las vacaciones. Sin embargo, en Andalucía existe un rincón oculto donde es posible desconectar del bullicio turístico, una playa a la que todavía no ha llegado la masificación masiva.

A apenas una hora en coche desde Sevilla, en la provincia de Cádiz, se esconde uno de los secretos mejor guardados de la costa andaluza: la Playa de Castilnovo. Este arenal de aproximadamente 2,6 kilómetros de longitud y unos 180 metros de ancho permanece prácticamente intacto, sin construcciones que alteren su paisaje ni chiringuitos que lo saturen de turistas.

Pero si por algo se caracteriza esta playa situada entre los municipios gaditanos de Conil de la Frontera y el Palmar es por carecer de cobertura móvil, un rasgo que refuerza su carácter aislado y protegido. Lejos del turismo masivo de otros enclaves de la Costa de la Luz, Castilnovo se perfila como un ejemplo de cómo la costa puede mantenerse en estado salvaje gracias a la consciencia de quienes la visitan.

Gran valor ecológico

La ausencia de infraestructuras turísticas permite que la flora y fauna autóctonas permanezcan prácticamente intocables. Entre las dunas se pueden encontrar especies vegetales adaptadas a la salinidad y el fuerte viento, mientras que las marismas adyacentes sirven como refugio para aves migratorias como las avocetas y las cigüeñuelas. Se trata de un entorno virgen que puede presumir de tener un gran valor ecológico.

Senderistas y ciclistas aprovechan los caminos de arena que conectan Conil con El Palmar para disfrutar de unas panorámicas que abarcan desde la costa hasta los pinares colindantes. Esa sensación de aislamiento, reforzada por la falta de cobertura móvil, propicia una experiencia de desconexión total en un enclave mágico donde no hay lugar para las prisas ni para las pantallas y donde todo lo que importa es el sonido del mar.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Ni chiringuitos, ni hamacas, ni turistas abarrotados: solo arena dorada, aguas cristalinas, marismas, dunas y un horizonte libre de edificaciones. Incluso en los meses más calurosos el nivel de ocupación se mantiene bajo. Aunque en años recientes algunas personas han planteado la posibilidad de mejorar el sendero o instalar una serie de servicios mínimos, la mayoría de los aficionados al turismo de naturaleza defiende su conservación tal y como está.