El pueblo de España para los amantes del verano: 300 días al año despejado y temperatura media entre 20 y 26 grados
Un rincón de cielos soleados, lluvias escasas y temperaturas suaves.

Con la llegada de los días fríos y el cambio de hora, no es raro que a más de uno se le pase por la cabeza la idea de cómo sería vivir en un verano que no termine o, al menos, en algún lugar donde las temperaturas sean siempre agradables, el frío apenas se note y el sol nunca se esconda. Este deseo, por muy utópico que pueda llegar a parecer, es una realidad en algunos rincones de España que presumen de encanar exactamente esa idea.
Concretamente, existe un pueblo de las islas Canarias donde es verano casi todo el año: Mogán, con más de 300 días despejados y una media térmica que ronda entre los 20 y los 26 °C. Ese clima templado y estable, con escasas precipitaciones, explica por qué tantos viajeros y residentes hablan de Mogán como un destino de “verano prolongado”, convirtiéndose en un pequeño refugio cuando llega el invierno a la península.
Este pequeño rincón paradisiaco de 20.000 habitantes está situado en el suroeste de Gran Canaria y ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como uno de los pueblos con mejor clima del mundo, tal y como recoge la revista Viajar. Esto es posible gracias a su ubicación que, resguardada por las montañas, crea un microclima de cielos mayoritariamente despejados, lluvias escasas y temperaturas suaves a lo largo de todo el año.
Más que su clima
El litoral de Mogán atesora algunas de las playas más famosas de la isla como la de Amadores, la de Taurito o la playa del propio Puerto de Mogán, con su paseo marítimo y pequeñas calas que se convierten en imanes para bañistas y aficionados al ocio náutico. El puerto, con canales, puentes y fachadas floridas, recibe el apodo popular de “la pequeña Venecia de Canarias”, un apelativo que pone en valor su encanto pintoresco.
Además de por su increíble litoral, Mogán también destaca por su término municipal, el segundo más extenso de Gran Canaria, que combina espacios de interior y montaña donde sobresalen rutas como el Barranco de Veneguera. Los miradores del municipio regalan panorámicas del Atlántico y de un paisaje que alterna barrancos, terrazas agrícolas y antiguos asentamientos arqueológicos.
Con su combinación de clima benigno, playas reconocidas y naturaleza cercana, Mogán se presenta hoy como una apuesta clara para quienes sueñan con un verano que no termina. Llegar hasta este rincón paradisiaco es sencillo desde distintos puntos de la isla: desde Las Palmas de Gran Canaria son 93 kilómetros, aproximadamente una hora en coche, así como desde Maspalomas el recorrido es más corto, de tan solo media hora.
