Oficialmente se ha inaugurado el puente colgante más largo del continente africano, el puente Maputo-Katembe. Es una obra que ha tenido una inversión de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros) y que une dos importantes núcleos urbanos de Mozambique: la capital, Maputo, y la ciudad de Katembe. 

Esta infraestructura, que mide cerca de 10.000 pies de longitud, es ahora el mayor puente en el continente, superando al Puente Matadi. El Maputo-Katembe se considera un avance clave en la conectividad regional, pero ha sido objeto de polémicas por su elevado coste. El economista y publicista mozambiqueño Carlos Nuno Castel-Branco ha criticado la inversión, argumentando que la estructura podría haberse completado con solo una séptima parte de su precio actual.

El exalcalde de Maputo, Eneas Comiche, también se unió a estas críticas pues expresó que el precio es desproporcionado en relación con los beneficios para el país. Sin embargo, el gobierno de Mozambique y los principales responsables del proyecto sostienen que el puente representa una oportunidad de desarrollo y un salto en la infraestructura de la región.

La influencia de China

El proyecto fue realizado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia de infraestructura que busca mejorar la conectividad global promovida por la ciudad de Pekín, que se ha convertido en un aliado fundamental de Mozambique. 

Durante la reciente Cumbre de Cooperación China-África, el presidente chino Xi Jinping reforzó el compromiso de China de invertir en África, asignando 50.000 millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura en el continente. En su intervención, Xi destacó el enfoque de cooperación mutua, contrastando con el rol de Occidente en los países en desarrollo.

La construcción del puente, iniciada en 2014 y finalizada en 2018, es la solución para sustituir la necesidad de un ferry para cruzar entre Maputo y Katembe, una ruta que hasta entonces requería un trayecto de 160 kilómetros por caminos sin pavimentar y que con frecuencia se inundaban. 

Una inversión a futuro

Para Mozambique, el puente Maputo-Katembe simboliza una inversión a futuro y un paso hacia el desarrollo urbano y económico, a pesar de las críticas sobre el coste. Además de facilitar el transporte entre Maputo y Katembe, se espera que la infraestructura impulse el desarrollo urbano, mejore las comunicaciones y haya más inversión extranjera.

El puente Maputo-Katembe promete transformar la dinámica de la región, consolidando la infraestructura del país y posicionando a Mozambique como un actor estratégico en las relaciones entre China y África.

Oficialmente se ha inaugurado el puente colgante más largo del continente africano, el puente Maputo-Katembe. Es una obra que ha tenido una inversión de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros) y que une dos importantes núcleos urbanos de Mozambique: la capital, Maputo, y la ciudad de Katembe. 

Esta infraestructura, que mide cerca de 10.000 pies de longitud, es ahora el mayor puente en el continente, superando al Puente Matadi. El Maputo-Katembe se considera un avance clave en la conectividad regional, pero ha sido objeto de polémicas por su elevado coste. El economista y publicista mozambiqueño Carlos Nuno Castel-Branco ha criticado la inversión, argumentando que la estructura podría haberse completado con solo una séptima parte de su precio actual.

El exalcalde de Maputo, Eneas Comiche, también se unió a estas críticas pues expresó que el precio es desproporcionado en relación con los beneficios para el país. Sin embargo, el gobierno de Mozambique y los principales responsables del proyecto sostienen que el puente representa una oportunidad de desarrollo y un salto en la infraestructura de la región.

La influencia de China

El proyecto fue realizado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia de infraestructura que busca mejorar la conectividad global promovida por la ciudad de Pekín, que se ha convertido en un aliado fundamental de Mozambique. 

Durante la reciente Cumbre de Cooperación China-África, el presidente chino Xi Jinping reforzó el compromiso de China de invertir en África, asignando 50.000 millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura en el continente. En su intervención, Xi destacó el enfoque de cooperación mutua, contrastando con el rol de Occidente en los países en desarrollo.

La construcción del puente, iniciada en 2014 y finalizada en 2018, es la solución para sustituir la necesidad de un ferry para cruzar entre Maputo y Katembe, una ruta que hasta entonces requería un trayecto de 160 kilómetros por caminos sin pavimentar y que con frecuencia se inundaban. 

Una inversión a futuro

Para Mozambique, el puente Maputo-Katembe simboliza una inversión a futuro y un paso hacia el desarrollo urbano y económico, a pesar de las críticas sobre el coste. Además de facilitar el transporte entre Maputo y Katembe, se espera que la infraestructura impulse el desarrollo urbano, mejore las comunicaciones y haya más inversión extranjera.

El puente Maputo-Katembe promete transformar la dinámica de la región, consolidando la infraestructura del país y posicionando a Mozambique como un actor estratégico en las relaciones entre China y África.

Oficialmente se ha inaugurado el puente colgante más largo del continente africano, el puente Maputo-Katembe. Es una obra que ha tenido una inversión de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros) y que une dos importantes núcleos urbanos de Mozambique: la capital, Maputo, y la ciudad de Katembe. 

Esta infraestructura, que mide cerca de 10.000 pies de longitud, es ahora el mayor puente en el continente, superando al Puente Matadi. El Maputo-Katembe se considera un avance clave en la conectividad regional, pero ha sido objeto de polémicas por su elevado coste. El economista y publicista mozambiqueño Carlos Nuno Castel-Branco ha criticado la inversión, argumentando que la estructura podría haberse completado con solo una séptima parte de su precio actual.

El exalcalde de Maputo, Eneas Comiche, también se unió a estas críticas pues expresó que el precio es desproporcionado en relación con los beneficios para el país. Sin embargo, el gobierno de Mozambique y los principales responsables del proyecto sostienen que el puente representa una oportunidad de desarrollo y un salto en la infraestructura de la región.

La influencia de China

El proyecto fue realizado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia de infraestructura que busca mejorar la conectividad global promovida por la ciudad de Pekín, que se ha convertido en un aliado fundamental de Mozambique. 

Durante la reciente Cumbre de Cooperación China-África, el presidente chino Xi Jinping reforzó el compromiso de China de invertir en África, asignando 50.000 millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura en el continente. En su intervención, Xi destacó el enfoque de cooperación mutua, contrastando con el rol de Occidente en los países en desarrollo.

La construcción del puente, iniciada en 2014 y finalizada en 2018, es la solución para sustituir la necesidad de un ferry para cruzar entre Maputo y Katembe, una ruta que hasta entonces requería un trayecto de 160 kilómetros por caminos sin pavimentar y que con frecuencia se inundaban. 

Una inversión a futuro

Para Mozambique, el puente Maputo-Katembe simboliza una inversión a futuro y un paso hacia el desarrollo urbano y económico, a pesar de las críticas sobre el coste. Además de facilitar el transporte entre Maputo y Katembe, se espera que la infraestructura impulse el desarrollo urbano, mejore las comunicaciones y haya más inversión extranjera.

El puente Maputo-Katembe promete transformar la dinámica de la región, consolidando la infraestructura del país y posicionando a Mozambique como un actor estratégico en las relaciones entre China y África.

Oficialmente se ha inaugurado el puente colgante más largo del continente africano, el puente Maputo-Katembe. Es una obra que ha tenido una inversión de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros) y que une dos importantes núcleos urbanos de Mozambique: la capital, Maputo, y la ciudad de Katembe. 

Esta infraestructura, que mide cerca de 10.000 pies de longitud, es ahora el mayor puente en el continente, superando al Puente Matadi. El Maputo-Katembe se considera un avance clave en la conectividad regional, pero ha sido objeto de polémicas por su elevado coste. El economista y publicista mozambiqueño Carlos Nuno Castel-Branco ha criticado la inversión, argumentando que la estructura podría haberse completado con solo una séptima parte de su precio actual.

El exalcalde de Maputo, Eneas Comiche, también se unió a estas críticas pues expresó que el precio es desproporcionado en relación con los beneficios para el país. Sin embargo, el gobierno de Mozambique y los principales responsables del proyecto sostienen que el puente representa una oportunidad de desarrollo y un salto en la infraestructura de la región.

La influencia de China

El proyecto fue realizado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia de infraestructura que busca mejorar la conectividad global promovida por la ciudad de Pekín, que se ha convertido en un aliado fundamental de Mozambique. 

Durante la reciente Cumbre de Cooperación China-África, el presidente chino Xi Jinping reforzó el compromiso de China de invertir en África, asignando 50.000 millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura en el continente. En su intervención, Xi destacó el enfoque de cooperación mutua, contrastando con el rol de Occidente en los países en desarrollo.

La construcción del puente, iniciada en 2014 y finalizada en 2018, es la solución para sustituir la necesidad de un ferry para cruzar entre Maputo y Katembe, una ruta que hasta entonces requería un trayecto de 160 kilómetros por caminos sin pavimentar y que con frecuencia se inundaban. 

Una inversión a futuro

Para Mozambique, el puente Maputo-Katembe simboliza una inversión a futuro y un paso hacia el desarrollo urbano y económico, a pesar de las críticas sobre el coste. Además de facilitar el transporte entre Maputo y Katembe, se espera que la infraestructura impulse el desarrollo urbano, mejore las comunicaciones y haya más inversión extranjera.

El puente Maputo-Katembe promete transformar la dinámica de la región, consolidando la infraestructura del país y posicionando a Mozambique como un actor estratégico en las relaciones entre China y África.

Oficialmente se ha inaugurado el puente colgante más largo del continente africano, el puente Maputo-Katembe. Es una obra que ha tenido una inversión de 600 millones de libras esterlinas (más de 700 millones de euros) y que une dos importantes núcleos urbanos de Mozambique: la capital, Maputo, y la ciudad de Katembe. 

Esta infraestructura, que mide cerca de 10.000 pies de longitud, es ahora el mayor puente en el continente, superando al Puente Matadi. El Maputo-Katembe se considera un avance clave en la conectividad regional, pero ha sido objeto de polémicas por su elevado coste. El economista y publicista mozambiqueño Carlos Nuno Castel-Branco ha criticado la inversión, argumentando que la estructura podría haberse completado con solo una séptima parte de su precio actual.

El exalcalde de Maputo, Eneas Comiche, también se unió a estas críticas pues expresó que el precio es desproporcionado en relación con los beneficios para el país. Sin embargo, el gobierno de Mozambique y los principales responsables del proyecto sostienen que el puente representa una oportunidad de desarrollo y un salto en la infraestructura de la región.

La influencia de China

El proyecto fue realizado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia de infraestructura que busca mejorar la conectividad global promovida por la ciudad de Pekín, que se ha convertido en un aliado fundamental de Mozambique. 

Durante la reciente Cumbre de Cooperación China-África, el presidente chino Xi Jinping reforzó el compromiso de China de invertir en África, asignando 50.000 millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura en el continente. En su intervención, Xi destacó el enfoque de cooperación mutua, contrastando con el rol de Occidente en los países en desarrollo.

La construcción del puente, iniciada en 2014 y finalizada en 2018, es la solución para sustituir la necesidad de un ferry para cruzar entre Maputo y Katembe, una ruta que hasta entonces requería un trayecto de 160 kilómetros por caminos sin pavimentar y que con frecuencia se inundaban. 

Una inversión a futuro

Para Mozambique, el puente Maputo-Katembe simboliza una inversión a futuro y un paso hacia el desarrollo urbano y económico, a pesar de las críticas sobre el coste. Además de facilitar el transporte entre Maputo y Katembe, se espera que la infraestructura impulse el desarrollo urbano, mejore las comunicaciones y haya más inversión extranjera.

El puente Maputo-Katembe promete transformar la dinámica de la región, consolidando la infraestructura del país y posicionando a Mozambique como un actor estratégico en las relaciones entre China y África.