En el corazón de Aragón se esconde uno de los secretos mejor guardados de España: el lago termal más grande de toda Europa y el que posee el mayor caudal de agua termal subterránea en la península ibérica. Con su constante renovación y propiedades curativas, este lago se erige como una maravilla única que invita a sumergirse en un oasis de salud y tranquilidad, donde cada inmersión revitaliza el cuerpo y la mente.

Contrario a lo que muchos puedan pensar, este lugar de baño tan especial no se encuentra ni en Budapest ni en Vichy, sino que se trata del lago termal de Alhama de Aragón. Con una superficie de casi dos hectáreas y una profundidad media de 1,5 metros, este remanso de aguas cristalinas se ha convertido en un auténtico santuario de bienestar y salud, atrayendo a visitantes de toda Europa.

A poco más de una hora de Zaragoza, este lago termal alberga en su interior dos tranquilas islas, accesibles a través de puentes. Aunque lo que distingue a este lago es su fuente natural de agua termal, la cual emerge a una temperatura constante de 29º C, permitiendo el baño durante todas las estaciones del año. Además, el lago es hogar de numerosos peces que conviven pacíficamente con las personas que hacen uso de sus propiedades.

Sus aguas son beneficiosas

El lago de Alhama de Aragón pertenece al histórico Balneario Termas Pallarés, un complejo idílico inaugurado en 1863 y ubicado al sur de Zaragoza, muy cerca de Calatayud y del Monasterio de Piedra. Sus aguas están enriquecidas con minerales beneficiosos como el calcio, magnesio, sodio y potasio, lo que las convierte en un recurso terapéutico muy apreciado para el tratamiento de diversas dolencias.

Aunque si por algo es especial este lago es por su capacidad de renovación natural. Sus aguas son tan cristalinas gracias a los manantiales que lo nutren y renuevan por completo cada 32 horas, manteniendo la pureza y limpieza que caracteriza a este lugar. Además de disfrutar del baño, los visitantes pueden probar los chorros terapéuticos de agua o la zona de burbujas, así como también pueden disfrutar de fangos termales en los que meter los pies.

Este increíble complejo reabrió sus puertas a finales de febrero y acceder a él cuesta 22 euros por persona si se planea estar el día completo, ya que el precio se reduce a 12,50 euros si se trata de la entrada de tarde. Con su combinación única de tradición, beneficios terapéuticos y un entorno natural incomparable, el lago termal de Alhama de Aragón se consolida como un referente del turismo termal y un tesoro por descubrir en la península ibérica.