Cuando se viaja en avión, a veces uno puede considerarse afortunado cuando puede sentarse en un sitio vacío un poquito mejor o si el personal de cabina le obsequia con algo de comer que no se esperaba, pero la historia de un pasajero de Delta Airlines supera con creces cualquier sorpresa a bordo.

Ocurrió el 21 de abril, en un ajetreadísimo día de vuelos en Estados Unidos por la Pascua.

Según un usuario de Reddit, que ha contado su experiencia, cogió su vuelo de Delta de las 7:50 en Chicago con destino Seattle. Cuando estaba preparado para volar, todo dio un giro inesperado.

Según este usuario, una persona de la aerolínea de repente pidió dos voluntarios para desembarcar "por problemas con el reequilibrio de combustible" a cambio de una compensación de 3.000 dólares (más de 2.600 euros al cambio). Rápido como el rayo, levanto la mano sin dudar y fue el primero en ofrecerse. 

"Apenas lo procesé cuando mi mano ya estaba en el aire. Sin dudarlo. No iba a dejar que nadie se me adelantara. Otro pasajero levantó la suya justo después", ha relatado.

Además de embolsarse esa cantidad, el pasajero pudo quedarse con su familia y teletrabajar.