Unos jubilados se quedan atrapados en Mallorca y se enfrentan la agencia de viajes y la aerolínea
El grupo de mayores pasó días en la isla tras cancelarse su vuelo sin ser reubicados en ninguno de regreso y recibieron mensajes contradictorios de las dos compañías.

Un grupo de personas mayores que se encontraba pasando una semana de vacaciones en la isla de Mallorca se ha visto envuelto en una polémica entre la agencia de viajes y la compañía aérea tras la cancelación de su vuelo de regreso a Múnich, Alemania. Entre ellos estaba la pareja formada por Gunnar y Annegrete Boijsen, de 67 y 72 años, respectivamente, que debían volar a casa un sábado. Pero, una vez llegaron al aeropuerto, la aerolínea SAS anunció que su vuelo había sido cancelado.
Tras varias horas de espera, les informaron de que no habría vuelo de regreso ese día. "Fue un pequeño desastre lo que pasó en el aeropuerto", ha manifestado Gunnar Boijsen, según ha contado a la publicación Aftonbladet. Posteriormente, Gunnar, Annegrete y los demás pensionistas fueron trasladados de vuelta al hotel en autobús.
Pero la cuestión es que, tres días después, seguían sentados en su habitación de hotel en el pueblo mallorquín de Paguera. "En general, había un ambiente de nerviosismo entre los viajeros en estos momentos", aseguró Gunnar. Es más, contó que una persona del grupo tenía programada una operación que tuvo que cancelarse por culpa del retraso prolongado de su vuelta. Tras la cancelación del vuelo, los viajeros se mostraron decepcionados con SAS porque esperaban ser reubicados en otro vuelo mucho antes.
Pero el suceso se enredó aún más cuando Aftonbladet contactó con SAS y la aerolínea le afirmó que, de hecho, los pasajeros habían sido reubicados en un vuelo para el día siguiente, el siguiente día, el domingo. Agregó que ninguno de los pasajeros se presentó, según dijo la compañía. "Esto indica que no recibieron la información de su agencia de viajes", ha afirmado la responsable de prensa de la compañía Alexandra Lindgren Kaoukji, según afirma la misma publicación.
Cuando Gunnar Boijsen se enteró de que SAS les había programado un vuelo de vuelta para el domingo no daba crédito: "Si eso es cierto, esto es un escándalo", aseguró. Pero, sin embargo, la agencia de viajes Bella Resor, con la que viajaban Gunnar y Annegrete, afirmó que no era cierto lo que había dicho SAS y aseguró que poseen correos electrónicos con SAS que demuestran que a los viajeros se les reubicó en un vuelo desde Múnich sin conexión en Palma. Así como que el vuelo que debía llevarlos a Múnich también fue cancelado.
Es más, la agencia de viajes ha asegurado que "nunca antes habían experimentado una gestión tan deficiente de la cancelación de un vuelo como en este caso" y ha añadido: “Queremos destacar que Bella Resor ha hecho todo lo que estaba en su mano –y mucho más de lo que normalmente se requiere– para garantizar la seguridad, el apoyo práctico y la consideración hacia nuestros viajeros".
"Como organizamos viajes para personas mayores priorizando la seguridad, no hemos aceptado que el grupo se divida en varios vuelos. Nuestros huéspedes ni deberían tener que viajar solos por aeropuertos concurridos ni gestionar cambios de reserva sin ayuda", ha asegurado la agencia, que dice que está realizando gestiones para que los pasajeros vuelvan a sus casas lo antes posible.
Al final, Gunnar y Annegrete fueron reubicados en un vuelo que salió el siguiente martes por la tarde, 56 horas después de la fecha prevista para su vuelo de regreso a casa. Y ahora los pasajeros ya están todos en sus casas. Finalmente, tras este regreso de los pasajeros, SAS admitió que el error en la reserva fue culpa suya. La aerolínea se disculpó por las molestias ocasionadas a los pasajeros y reconoció haber proporcionado información incorrecta inicialmente.
