Es la cara ‘dulce’ del posfascismo italiano, y ella misma avisa: el tono agresivo no le gusta, pero el contenido (antiderechos LGTBI, antifeminista, antimigrantes) es el que es.
Entrevista con el juez y autor de ‘Los disfraces del fascismo’: “La extrema derecha no ejerce la violencia de forma directa, pero sí la deriva hacia determinados grupúsculos”.
La conclusión es simple: nadie ha sabido dar respuestas a una Francia en transformación y la ultraderecha ha pescado en río revuelto. Un aviso para toda Europa.