Entre lágrimas, terminó su última declaración ante el Tribunal de lo Criminal de París dirigiéndose a su exmujer, Gisèle Pelicot, y a su hija, Caroline Darian.
El jurado tiene 72 horas para deliberar las penas por el crimen homófobo más sonado en España en los últimos años. Los acusados se enfrentan a penas de hasta 27 años de prisión.