La unidad de inteligencia de la Policía (SÄPO) de Suecia se ha hecho cargo de la investigación y no ha descartado que “una potencia extranjera esté detrás” del sabotaje.
Pese a que Occidente apunta al Kremlin, desde allí piden una investigación del "ataque sin precedentes" y dicen que "desde la cima del Capitolio" las cosas se ven claras.
Las claves de un conflicto en el que siguen creciendo las voces que apuntan a un sabotaje en los gasoductos, con importantes consecuencias energéticas.
Los dos conductos entre Rusia y Alemania sufrieron fugas de gas ayer, que generaron gigantescos burbujeos. Las sospechas de un sabotaje son ya oficiales.
El país se convertirá en "el corazón de gas de Europa” gracias a que “no existe otro Estado con tantas vías de suministro” internacionales para importar gas.
Rusia no descarta un "sabotaje" en la infraestructura pero los sismólogos suecos han denunciado fuertes temblores en la zona y apuntan que pueden ser provocadas por explosiones.
El suministro estaba suspendido temporalmente hasta el sábado por reparaciones, pero Gazprom no va a reanudar el servicio de momento. Ni la UE ni Siemens se creen la versión rusa.
El gasoducto ha estado diez días de mantenimiento rutinario, pero se temía que Moscú dejase el grifo cerrado en respuesta a las sanciones de la UE por la guerra de Ucrania.