Europa dependía en gran medida del petróleo de EEUU tras el estallido de la guerra en Ucrania hace más de tres años, pero Trump ha desestabilizado esta relación.
El plan del presidente de EEUU de sacar a los 2,3 millones de gazatíes de la franja y convertirla en una "Riviera" en el Mediterráneo tiene tentáculos más allá del viejo conflicto entre israelíes y palestinos.
El gigante energético Gazprom, joya de la corona de la Federación Rusa, recortará el 40% de su plantilla en su sede central. Las sanciones hacen mella.