La diputada autonómica de Andalucía fue expulsada del grupo parlamentario junto a otros ocho diputados afines a ella a instancias de Podemos e IU en noviembre de 2020.
Tal como prometió, ha limitado a 8 años su mandato como diputada autonómica. Desde las aulas seguirá "luchando para mejorar los servicios públicos en Andalucía".