Cohesión europea, cuestionada como nunca antes
Resulta más imprescindible que nunca la unidad estratégica y de acción de los Gobiernos nacionales.

Nunca como ahora, en toda la historia de la UE, habíamos confrontado una relación de fuerzas tan escorada a la derecha en las Instituciones de la UE. De hecho, es proyección del paisaje político descrito en los Parlamentos nacionales de los 27 Estados miembros (EEMM) y, consiguientemente, en los Gobiernos nacionales que se reúnen en el Consejo. Por ello, la Comisión Europea que preside Von der Leyen (Comisión Europea VDL II) en esta legislatura 2024/2029 del Parlamento Europeo (PE), describe una composición muy distinta a la anterior (Comisión Europea VDL I 2019/2024), lo que se manifiesta con nitidez impactante en su orientación política.
Esta dirección política no solo bascula como nunca hacia la derecha (trufada por la decisiva influencia de la ultraderecha, articulada en tres Grupos Parlamentarios distintos en el seno de la Eurocámara), sino que ha fijado como objetivo la desregulación y la rebaja (dentro del pretexto de "simplificación") del acervo legislativo alcanzado en la pasada legislatura europea, sin duda la más productiva de la historia del PE.
Este contexto es el que explica la voladura de los restos del "cordón sanitario" que aún quedaban en pie. Como es de sobra conocido, se alude con esa expresión a la exclusión de las fuerzas de extrema derecha de las alianzas europeas que fundamentan la composición y orientación de los órganos rectores del proceso decisional europeo (Comisión Europea, Presidencias y Mesas del PE) y su proyección ulterior en la legislación europea (mayorías legislativas para la aprobación de las leyes europeas, Reglamentos y Directivas de la UE).
En esta legislatura europea 2024/2029, pese a haber arrancado con una mayoría proeuropea para investir a Von der Leyen y confirmar al conjunto del Colegio de Comisarios/as (Comisión Europea VDL II), la colaboración del PPE con los tres Grupos parlamentarios a su ultraderecha (Patriotas, Conservadores y Soberanistas, a los que se suman frecuentemente neonazis y extremistas que se sientan entre los llamados "No Inscritos", equivalente a un Grupo Mixto) se ha erigido sin complejos en la "nueva mayoría".
Decidiendo la aprobación de las Leyes europeas y rechazando de consuno todas las enmiendas de los Grupos centrista (Renew, los macronistas y liberales) y progresistas (S&D, Verdes, Izquierda) del PE. Pero es también esta aritmética la que explica la propuesta de futuro Marco Financiero Plurianual (MFP) 2024/2029 avanzada por la Comisión Europea VDL II.
Se trata de un techo de gasto y encuadre de los Presupuestos anuales de la UE en esa franja temporal, que supone un mazazo sin precedentes a las Políticas de Cohesión, Política Regional y Política Agrícola de la UE. Imponiendo además una reorientación copernicana de prioridades: relegando la solidaridad intergeneracional, social y territorial hasta hacerla irreconocible. Fija la vista en la innovación en Defensa y Seguridad y en competitividad.
El dato más relevante del nuevo MFP reside en topar a la baja las grandes partidas de inversión y gasto, lo que se traduce en un mensaje: "toca hacer más con menos", lo que es la negación frontal de la insistente demanda que muchos habíamos formulado con anticipación. "No es posible hacer más con menos"; si se no pide hacer más, serán necesarios nuevos "Recursos Propios" (Own Resources) como las nuevas figuras tributarias ecológicas (sobre el plástico y sobre los residuos) y corporativas (impuestos sobre las ganancias de las grandes Plataformas Tecnológicas e Instituciones Financieras).
Además de endeudamiento común para financiar políticas que —como la Vivienda asequible y Salud Pública— emergen como imperiosas demandas sociales que la UE no puede permitirse desoír, ya que correría el riesgo de perder a raudales su legitimación y su vínculo de conexión con la ciudadanía europea, de la que el PE es representación directamente electiva por sufragio universal.
Dado que la batalla política para la adopción final del futuro MFP 2028/2034 se extenderá, con toda intensidad, a lo largo de los próximos dos años, huelga precisar aquí algo que los grupos progresistas en el PE hemos adelantado ya: nuestra determinación de oponer todos los instrumentos parlamentarios de los que nos reviste nuestra caracterización institucional como "autoridad presupuestaria" de la UE. Sin nuestro asentimiento no habrá MFP ni Presupuestos de la UE.
Dicho esto, importa sobremanera movilizar primero a los Gobiernos nacionales de los EEMM cuyas agendas políticas o compromisos electorales resulten incompatibles con la desaparición, sin más, de las partidas distintivas de la razón de ser de Europa: la Cohesión, el sostenimiento de la Agricultura, la Pesca y el Sector Primario en aquellos países de la UE que contribuyen al ciclo y sostenibilidad de nuestra "soberanía alimentaria", la Solidaridad Interregional (Política Regional y Fondos Estructurales) y el Fondo Social de la UE.
Y una vez más afirmo que si hay un escalón regional de cogobernanza de estos Fondos en que la corrección de la propuesta de MFP adelantada por la Comisión Europea VDL II es no solo imperiosa desde el punto de vista político, sino también obligatoria desde el punto de vista jurídico. Ese es el que concierne a las Regiones Ultraperiféricas (RUPs), insulares y alejadas (9 en total, Canarias, por España, entre ellas), toda vez que son las únicas que disponen de una base jurídica exclusiva para su protección (arts.349 y 355 TFUE).
Por ello resulta más imprescindible que nunca la unidad estratégica y de acción de los Gobiernos nacionales de los EEMM que albergan RUPs (Francia, Portugal y España), por encima de sus diferencias de colores partidarios. Evitar que se lleve a cabo el recorte a los Fondos Regionales y Fondos Sociales conocidos como "Fondos RUPs", debe ser un objetivo compartido e irrenunciable en la disputa política en la que ya estamos embarcados.
Ese y no otro fue el emplazamiento que se escuchó de manera resonante e inequívoca a todo lo largo del Foro RUPs de Alto Nivel (High Level Forum of Outermost Regions), sostenido en Bruselas la segunda semana de noviembre: unidad de acción en el Consejo (reunión de Gobiernos de los EEMM) y unidad en el PE (InterGrupo de eurodiputados/as RUPs) ante los próximos dos años.
A pesar de un paisaje político adverso, como nunca antes, a la cohesión y solidaridad en la UE, la preservación de la singularidad de las RUPs es un motor de movilización y un horizonte al alcance; desde la unidad de actuación, la consistencia argumental y la perseverancia y tenacidad requeridas para su aseguración.
