¡No es egoísmo, es cuidarse uno mismo!

¡No es egoísmo, es cuidarse uno mismo!

El mundo es un estado de equilibrio y desequilibrio continuo. Lo que los demás hagan por ti o dejen de hacer, no depende de ti. Pero el que tú te mimes y te prestes atención, sí. Disfrutar de ti es un placer, es bueno para ti y para los que te rodean. Es hora de romper con las ataduras.

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Tú eres grande, enorme, grandísimo. La manera en cómo te percibes condiciona tu forma de relacionarte contigo mismo, con los demás e incluso con el entorno profesional. Necesitas estar feliz por dentro y por fuera para estar en equilibrio. Y estar en paz es la manera de encajar sin forzar situaciones.

Madres y padres que anticipan las necesidades de sus hijos por encima de las suyas. Abuelos que se quitan mucho tiempo por dedicárselo a los nietos y las necesidades de sus hijos. Trabajadores abnegados que dan por su empresa más de lo que reciben. Parejas que nunca llegan a estar en equilibro porque se entregan con pasión, tiempo y dedicación al otro y no siempre reciben lo mismo. El mundo es un estado de equilibrio y desequilibrio continuo. Lo que los demás hagan por ti o dejen de hacer, no depende de ti. Pero el que tú te mimes y te prestes atención, sí. Y no es ser egoísta, es ser inteligente.

Disfrutar de ti es un placer, es bueno para ti y para los que te rodean. Es hora de romper con las ataduras y valores negativos que lo impiden.

1. Empieza por romper la relación que existe entre cuidar de mí y dedicarme tiempo con ser egoísta. Si te organizas hay tiempo para todo. Y si no lo hubiera, tú y tu bienestar sois muy importantes.

2. Tus hijos no necesitan todo de ti. También necesitan verte feliz y que te sientas bien. Más que cantidad de tiempo buscan calidad. Que cuando juegues con ellos puedas sonreír y estar tranquilo. Quieren una madre y un padre que sean capaces de transmitir positividad y alegría. Si pasas de ti, no te sentirás a gusto ni con ellos ni a solas.

3. No puedes estar para todo el mundo y nunca para ti por miedo a perder a la gente, a fallarles, o por temor a que piensen que no eres un buen amigo. No necesitas estar 24 horas disponible, ni estar consultando el teléfono por si alguien te necesita. Mientras tú piensas en ellos, ellos están haciendo su vida.

4. En cuanto a la pareja, nada enriquece más la relación que el espacio y la vida personal de cada uno. Quererse no significa dedicarse todo el tiempo ni estar todo el rato juntos. Uno puede amar con locura teniendo sus hobbies y sus momentos. Y este espacio, aporta novedad, información y experiencias distintas a la pareja. ¡Ojo! Tener tu tiempo no tiene nada que ver con saltarte la escala de valores que tengáis establecida entre los dos. Hay parejas que relegan su vida personal y social porque "si no, no le veo". Pues querida o querido, si él o ella tuviera tanto interés en verte, también haría hueco en su agenda o te priorizaría. Resulta además muy poco atractivo tener alguien detrás como un perro faldero. Saber que alguien te espera 24 horas es asfixiante para el otro, que muchas veces se siente incómodo o excesivamente preocupado porque sabe que le estás esperando.

Una vez te deshagas de las ideas que impiden que te mimes, ¡vamos al lío!

Primero DEFINE tu lista: ¿qué tienes pendiente?, ¿qué te produce placer?, ¿con qué sueñas? Igual te apetece apuntarte a una actividad, un curso de cocina, bailar, quedar con amigos, salir solo a pasear, irte de compras, tomar un café leyendo el periódico, hacer un viaje con una amiga que llevas años planeando y para el que no encontráis nunca el momento, darte un baño tranquila sin que nadie te interrumpa en el baño con un "mamáááááá...", leer sin prisa, ir a un Spa una vez al mes.

Y como segundo paso, no dejes tus ideas escritas en papel. Dales forma, acóplalas en tu agenda, ORGANIZA tus otras actividades para que haya tiempo para todo. Incluso sustituye: A pesar de que ver la televisión a veces relaja, igual te sentirías mucho mejor si dedicaras esa hora a hacer un poco de deporte. Busca en internet los teléfonos de la gente con la que tienes que contactar, llama y pide horarios para tus actividades. En fin, que pases al MODO ACCIÓN.

Y tercero, DISFRUTA de lo que has elegido. Si estás en el Spa pensando en que cuando salgas tienes que ir rápido a recoger a los niños que has dejado en casa de tu madre, mejor dejas el masaje para otro día. Es tu tiempo, es tu momento, dedícate a él de forma plena. Huele, siente, deja que tu mente fluya, fantasea, degusta. Implica a todos tus sentidos en tu placer.

Muchas personas piensan que serían más felices si les tocara la lotería. Pero el bienestar está a la vuelta de la esquina. Con pequeñas acciones conseguirás encontrar momentos para fluir y sentirte bien. El sumatorio de esos momentos son los que nos dan el equilibrio durante el día.

Y no te preocupes por gastar un dinero con el "que podrías comparar algo a tus hijos". Los niños tienen de más. No recordarán de mayores todo lo que les compraste, sino las experiencias que vivieron contigo.

Sigue estos consejos:

1. Dedícate tiempo.

2. Busca actividades que te relajen y aprende a funcionar a otro ritmo.

3. Ríe, diviértete y no pierdas de vista la importancia del humor.

4. Queda con gente. Las relaciones sociales son una gran fuente de satisfacción cuando uno tiene habilidades para relacionarse de forma cómoda.

5. Descansa.

6. Cuida tu cuerpo con lo que comes, con los cuidados que te dedicas y con el ejercicio.

7. Vístete y arréglate. Si te dejas y descuidas, baja tu autoestima.

8. Relativiza. ¿Esto que te preocupa hoy también te preocupará tanto mañana?

9. Acéptate. Eso no implica dejar de trabajar para superarte en lo que tú decidas.

10. Date algún capricho. Un capricho no es un regalo caro, sino un momento de bienestar y placer.