Entre las muchas virtudes de la región mediterránea (alimentación, clima, costa, montaña...), existen también otras quizá no tan conocidas pero que otorgan a esta zona una gran viveza natural. Uno de estos ejemplos son las higueras, que cuenta con unas propiedades únicas y refrescantes en todos los sentidos. Su fruto, el higo, es único por diversas razones, casi todos muy positivas, y decimos 'casi' ya que hay una concretamente que no resulta especialmente agradable.

Algunas de sus principales características físicas la encontramos en sus hojas anchas y sus ramas retorcidas, muy llamativas y agradables a la vista. Además, el higo, cuenta con todos los ingredientes para ser apetecible: perfuma el aire en la época veraniega y su poder de atracción de abejas y todo tipo de pájaros le ayudan a producir higos jugosos y aromáticos. Hasta aquí, todo podría parecer idílico... pero no lo es tanto como puede imaginarse.

Y es que, también es un gran atractivo para una especie a la que no estamos nada acostumbrados y que pueden ser temibles y peligrosas. Hablamos de las serpientes. Y es que, al igual que para ciertas aves, las higueras también son muy atrayentes para estos reptiles, principalmente por el entorno perfecto que estos árboles crean. Las serpientes buscan siempre entornos cálidos, que ofrezcan cierto grado de humedad, que sirvan también como refugio y que escondan pequeños roedores o insectos.

Este aspecto es desconocido por muchos y en ocasiones pueden acarrear sorpresas no deseadas. Sin embargo, si se elige bien el entorno donde plantarlo, estas se pueden evitar. En primer lugar sería recomendable mantener el árbol cuidado, sin presencia de higos en el suelo -que atraen a pequeños bichos e insectos- y lejos de lugares como leña o muros secos. Todos estos factores favorecen la proliferación de pequeños animales, que posteriormente harán las delicias de las serpientes.

Con todo, tampoco hay que alarmarse en exceso, ya que la mayoría de serpientes que pueden rondar las higueras suelen ser pequeñas culebras de collar, que no son venenosas y que incluso pueden considerarse claves para ciertos procesos necesarios en el ecosistema, al alimentarse de ciertos caracoles, pájaros o roedores, lo que otorga cierto equilibrio natural.

Sin embargo, hay veces en las que hay que prestar más atención, ya que rara vez, pueden aparecer víboras en determinadas zonas, aunque suelen asustarse y huir ante la presencia humana. Por ello, no hay que asustarse en demasía ni creer que la aparición de una serpiente en tu higuera signifique que estás ante una plaga o peligro.

En cualquier caso, nunca está de más saber algunos trucos para no llevarse una ingrata sorpresa:

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