La caída de Ciudadanos, en 'slow motion': ocho momentos de un naufragio

La caída de Ciudadanos, en 'slow motion': ocho momentos de un naufragio

La formación naranja ha pasado en sólo cuatro años de tocar los cielos al más absoluto ostracismo. Este martes, ha decidido no concurrir a las generales del 23-J

Albert Rivera, en la noche electoral del 10-NFernando Sánchez / Europa Press

Ciudadanos va camino de su disolución. La formación naranja, que nació en Cataluña hace casi veinte años como una plataforma impulsada por intelectuales, ha caído en la irrelevancia política tras desaparecer prácticamente de casi todos los parlamentos autonómicos y de sumar sólo dos concejales en los consistorios de las capitales de provincia. Este martes, a consecuencia de la concatenación de fiascos, su Comité Nacional ha decidido no presentar a las generales del 23 de julio. 

Un descenso a los infiernos sin precedentes en la historia de la política española: en 2019, Ciudadanos era la tercera fuerza política nacional con más de cuatro millones de votos y aspiraba a lograr la Moncloa en una repetición electoral que acabó siendo su tumba. Repasamos el ocaso de Ciudadanos en ocho momentos clave:

1. ¡Con Rivera, no! Y Albert estuvo de acuerdo

  Albert Rivera

Tras las generales de abril de 2019, la suma de PSOE y Ciudadanos daba una holgada mayoría absoluta. Sánchez y Rivera tenían ante sí la oportunidad de afianzar un gobierno estable y duradero para España si aunaban fuerzas. Aquella noche electoral, los simpatizantes del PSOE le lanzaban un claro deseo a su líder: "¡Con Rivera, no!". 

Pero en el otro bloque tampoco había especial ilusión por llegar a ese pacto. Rivera se había quedado a 200.000 votos de Casado y se podía aspirar a ser líder de la oposición o incluso presidente si se llamaba de nuevo a los españoles a las urnas.

El rencor hacia Sánchez (“Nuestra relación fue de más a menos y de menos a nada”, llegó a escribir tiempo después) y su ambición personal condujeron a Rivera al mayor de sus fracasos. 

2. Levantó el veto tarde

  Montaje de Albert Rivera

En octubre de 2019, cuando las encuestas ya auguraban una caída notable de Ciudadanos, Rivera decidió levantar su veto a Sánchez. El líder del partido explicó que no entraría en el hipotético nuevo gobierno pero sí apoyaría al socialista "en las reformas de Estado" que quisiera acometer. Para Rivera, ese fue el golpe mortal que le llevó al ostracismo. "Levantar la bandera del pacto con el PSOE me costó la muerte política", explicaba él mismo en su libro Un ciudadano libre.

3. El adoquín de Rivera

Para frenar la caída en las encuestas, Rivera intentó ser protagonista de los debates electorales que se celebraron durante la campaña electoral. Pero se pasó de frenada: mostró un adoquín de las calles de Barcelona, similar a los que los violentos arrojaron a las fuerzas de seguridad en los disturbios de las semanas previas, y mostró un rosario de gráficos y cartapacios que confundieron a la audiencia. Su popularidad cayó en picado.

4. Arrimadas, líder de facto... sin olfato

Tras la dimisión de Rivera al día siguiente de pasar de 57 a diez diputados, la formación eligió por proclamación a Inés Arrimadas como su nueva líder. Se buscaba con ella una regeneración que en sus tres años de poder orgánico nunca llegó. "¡Huele a remontada!", aseguraba una eufórica Arrimadas en un mitin previo al 10-N. El olfato, está claro, le falló.

Sus críticos denuncian que nunca impulsó un reformulación de los planteamientos políticos de Ciudadanos para enderezar el rumbo del partido. "Se rodeó de dirigentes que no tenían nada claro la estrategia a seguir", señalaba hace unos días a El HuffPost el exsecretario de Organización de Ciudadanos en Asturias, Sergio García. Algunos como él no entendieron desde dentro por qué Arrimadas respaldó los diferentes estados de alarma que Sánchez impulsó durante la pandemia del coronavirus o que votara a favor de leyes como la del "sólo sí es sí". "La pena capital de Ciudadanos ha sido ser muleta del sanchismo", señalaba García. 

5. El disparo en el pie

  Inés Arrimadas

Con la entrada de Unidas Podemos en el gobierno y el auge de Vox, el protagonismo político de Ciudadanos con sus diez diputados decrecía a pasos agigantados. En una autoinmolación digna de estudio, en marzo de 2021 la formación decidió romper el gobierno de coalición con el PP en Murcia y presentar una moción de censura junto al PSOE para la región y el ayuntamiento. 

La maniobra acabó decayendo por el transfuguismo de tres de sus diputados y eso, a su vez, generó un 'efecto mariposa' que tiró abajo el gobierno de la Comunidad de Madrid. Ante el miedo a que le pudiera ocurrir lo mismo, Ayuso convocó elecciones para deshacerse de su socio. Y lo consiguió: la formación, con Edmundo Bal como candidato, obtuvo cero diputados y se quedó fuera de la Asamblea de Madrid. 

6. Fracaso tras fracaso

  Transfuguismo

Las sucesivas convocatorias electorales suponen un disgusto para la formación. Castilla y León y Andalucía, donde también gobernaban en coalición con el PP, castigan al partido y les deja sin representación en el parlamento andaluz y sólo con el escaño de Igea en las Cortes de Castilla y León. Su poder autonómico fue reduciéndose según se realizaban nuevas convocatorias electorales. Sin embargo, no es hasta otoño de 2022 cuando se decide celebrar un congreso extraordinario para enderezar el rumbo.

7. 'Juego de tronos' en Ciudadanos

  Europa Press News via Getty ImagesEuropa Press News via Getty Images

Tras meses estudiando la refundación, Arrimadas aceptó llevar al partido a un congreso extraordinario. Su idea inicial era ceder el poder orgánico a afines suyos para mantenerse ella como figura principal en el Congreso y, a la postre, ser la candidata a la Moncloa. En diciembre, sin embargo, Edmundo Bal rompió con su compañera de bancada y anunció que se presentaba a las primarias para dirigir el partido. 

Esto generó una 'guerra total' en la formación, con dos bandos diferenciados y a la gresca durante las semanas previas a la celebración del Congreso. Bal no dudó, incluso, en lanzar acusaciones muy duras contra la propia Arrimadas o contra Adrián Vázquez y Patricia Guasp, que lideraban la lista rival. 

En la entrevista con El HuffPost, por ejemplo, Bal extendió dudas sobre la predisposición al ‘fair play’ de la otra lista - “hay afiliados que no se quieren hacer una foto conmigo porque dicen que pueden tener problemas” - y criticó abiertamente el cambio de postura del eurodiputado Adrián Vázquez sobre el papel de Arrimadas en el partido. “Supongo que por pura conveniencia personal y tras una gira pagada con los fondos del partido con la que él se ha dado a conocer… pues ha cambiado de opinión”, decía.

Finalmente, la lista apoyada por Arrimadas ganó las primarias por un cómodo margen. Eso sí, la mitad de los afiliados no se molestó ni en votar de forma telemática por una de las opciones. Desidia total. 

28-M, el último fracaso

Con más de 200 cargos de Ciudadanos marchándose al PP, Ciudadanos encaró las elecciones locales y autonómicas del 28-M presentando listas en la mitad de municipios con respecto a 2019. 

Aunque se esperaba un sonoro batacazo, una vez más la realidad fue incluso aún más dura. Begoña Villacís, el nombre más mediático, no alcanzaba el 3% de los votos en Madrid y la líder del partido, Patricia Guasp, ni siquiera era capaz de amarrar su escaño en el Parlament Balear. A nivel local, sólo una concejal en Segovia y otra en Ciudad Real conseguían sumar los votos suficientes para conseguir un sillón. 

Tras esta debacle, y exhaustos ante la proximidad de las generales adelantadas, el Comité Nacional ha decidido este martes no concurrir al 23-J. "Ahora mismo no hay espacio electoral, pero sí hay espacio político para las ideas de centro-liberales. Hoy nos ponemos a trabajar en un proyecto reforzado para ser electoralmente más atractivos y nos renovaremos de forma orgánica e intelectual", señalaba el secretario general, Adrián Vázquez.

Toda la cúpula insiste en la idea de que el partido no se disuelve y que le queda aún mucho futuro por delante. "Hoy nos ponemos a trabajar en un proyecto reforzado para ser electoralmente más atractivos y nos renovaremos de forma orgánica e intelectual", ha dicho Vázquez. Mientras, en el aire, resuenan burlonas las palabras a modo de arenga que en su día proclamó Arrimadas: "¡Hay remontada!"

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