El PSOE ve a Mañueco 'tocado' por los incendios y el auge de Vox: "Podemos ganar las elecciones en Castilla y León"
Los socialistas consideran muy posible ser primera fuerza en los comicios de marzo, aunque acabe gobernando de nuevo una suma de PP y Vox. En Génova no contemplan otro escenario que no sea el de Mañueco ganando las elecciones.
Ferraz activa la maquinaria electoral con la vista puesta en Castilla y León y Andalucía. Descartado el adelanto de unas generales - la portavoz nacional, Montse Mínguez, señalaba este sábado en El HuffPost que queda Pedro Sánchez "para rato" y que no hay miedo por los posibles nuevos informes de la UCO - los socialistas empiezan a pensar en sus dos primeras citas con las urnas.
El número dos del PP en Castilla y León y vicepresidente de las Cortes regionales, Francisco Vázquez, anunció esta semana que los comicios en esta CC.AA. serán el próximo 15 de marzo. En los últimos meses, se había especulado con la posibilidad de que el actual presidente de la región, Alfonso Fernández Mañueco, adelantara las elecciones dadas las buenas perspectivas electorales. Vox, que ha cambiado de líder tras la salida de Juan García - Gallardo, retrocedía en los sondeos y el PSOE no parecía tener oportunidad de rivalizar con el PP por la primera posición dada la merma sufrida por el 'caso Koldo'.
Sin embargo, el fuerte auge de Vox a nivel nacional en estas últimas semanas y la mala gestión de los incendios que han arrasado cerca de 150.000 hectáreas, han puesto al PP en una situación muy diferente. De hecho, fuentes socialistas ven viable la posibilidad de que el PSOE pueda acabar siendo la fuerza más votada en dichos comicios, aunque paradójicamente no haya opción real de gobernar. "No hay nada a la izquierda", asegura un dirigente muy destacado del PSOE en esta región, a la hora de hacer números de cara a sumar una mayoría parlamentaria.
Para los socialistas, estas elecciones serán las del "Mañueco sí o Mañueco no". Una polarización que amplía sus opciones de dar la vuelta a las encuestas que, meses atrás, dibujaban un panorama muy diferente. Una de las últimas publicadas, la de SigmaDos el pasado mes de mayo, dejaba a Mañueco cerca de la mayoría absoluta, mientras el PSOE apenas mantenía los resultados cosechados en 2022. Vox, en cambio, pasaba de los 13 actuales a ocho o nueve representantes.
Las cábalas que se hacen en Ferraz son ahora mucho más positivas. "Además, en todas las campañas siempre sumamos dos puntos más de lo que nos marcan las encuestas al principio", sostienen.
No sería la primera vez que el PSOE gana en Castilla y León. En las autonómicas de 2019, el socialista Luis Tudanca fue el candidato más votado con casi el 35% de los votos. Sin embargo, la alianza de PP y Ciudadanos arruinó sus posibilidades de ser presidente. En ese caso, los populares no respetaron su premisa de que gane la fuerza más votada, como ahora sí defiende Feijóo.
Para los socialistas sería una muy buena noticia superar al PP en las primeras elecciones tras las europeas de 2024, cuando la diferencia entre los dos partidos hegemónicos fue de apenas dos puntos. Un buen augurio de cara a las elecciones andaluzas de junio, donde el popular Juanma Moreno parece salir desde una posición muchísimo más ventajosa que su 'colega' Mañueco.
Aunque en Ferraz todavía no se ha diseñado la estrategia, se espera que Pedro Sánchez protagonice varios mítines durante la campaña. Además, también se tirará mucho de la presencia del ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, para movilizar al electorado. De hecho, el dirigente es visto internamente como uno de los 'hombres fuertes' del partido por su continua confrontación con el PP, tanto en el parlamento como en las redes sociales.
Un refuerzo para ayudar al alcalde de Soria, Carlos Martínez, en su primer intento para hacerse con la Junta tras asumir la secretaría general del partido a principios de este año. Martínez gobierna la ciudad desde 2007 y en las últimas locales consiguió de nuevo la mayoría absoluta con 12 de los 21 concejales.
En Génova, sin embargo, descartan cualquier escenario que no sea ganar las elecciones. Sus dudas se centran en si lograrán crecer lo suficiente para que Vox no pueda pedir la reedición de un gobierno de coalición que no funcionó en sus dos años de vida durante esta legislatura. De hecho, tanto fuentes populares de la región como del propio Vox hablan abiertamente de las diferencias irreconciliables entre ambas formaciones, lastradas sobre todo por la mala relación que mantuvieron Mañueco y García - Gallardo.
Cabe recordar que Feijóo ha manifestado su pretensión de gobernar en solitario tras un hipotético triunfo electoral en unas generales, lo que chocaría con la necesidad de gobernar en coalición de nuevo con Vox. Sin embargo, la formación de Abascal - que abandonó todos los gobiernos autonómicos en el verano de 2024 por su desacuerdo con la postura migratoria del PP - se encuentra muy cómodo en la oposición e imponiendo sus exigencias a los barones populares que dependen de sus votos. Además, consideran que asociarse de nuevo con el PP en un momento de crecimiento en las encuestas podría ser contraproducente.