El ‘sherpa’ que escucha todas las llamadas entre los presidentes del gobierno

El ‘sherpa’ que escucha todas las llamadas entre los presidentes del gobierno

Las personas que hay detrás de una reunión entre dos lideres políticos.

Pedro Sánchez y Joe Biden se saludan afectuosamente en la reunión entre ambos en la Casa BlancaEFE / Lenin Nolly

La idea del teléfono rojo todavía resuena si hablamos del tipo de comunicación que llevan a cabo los líderes políticos mundiales. Para que el presidente de España, Pedro Sánchez, hable con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hay un ritual de lo más elaborado, esto es así siempre que intenta conectar a dos dirigentes.

Como si de una película se tratase, los responsables en dar los primeros pasos son el Gabinete Telegráfico, que pone a su Gobierno en contacto con el exterior. Antes de llegar a que los líderes levanten el teléfono, los asesores del presidente preparan punto por punto los asuntos que se van a tratar, según La SER. 

Después el Gabinete Telegráfico tendrán que informar al presidente del Gobierno para explicarle todas las cuestiones que podrá y no podrá tratar con su homónimo. Con todo, todavía no es suficiente, pues primero los asesores del presidente se reúnen de manera telemática con el equipo de asesores del otro presidente con el que se quiere hablar. Y decidirán conjuntamente los temas que tratarán. 

¿Qué sucede si un líder levanta el teléfono por su propia cuenta y riesgo? No pasaría nada, pero no es lo habitual. La tradición manda, y como es costumbre, cuando el representante de una nación decide llamar, lo inicia el secretario del presidente, que se pone en contacto con la secretaría del otro presidente. 

Mientras se produce la llamada, los líderes cuentan con el comodín del público, ya que estarán al otro lado de la línea alguno de sus asesores, conocido habitualmente como 'sherpa', encargado de los asuntos internacionales. 

El 'sherpa' del presidente no lleva sus bártulos a la cima de la montaña, lo que suelen hacer es compartir algún dato que se haya olvidado o alguna cuestión que tenga que responder en ese momento y no este dentro del guion.

Cuando la emergencia llama

A veces, la urgencia es la que prima, y para eso el mandatario siempre tendrá un equipo técnico de emergencia, como ha explicado Bernardino León, que fue secretario general de la Presidencia del Gobierno, y principal asesor en política exterior del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Da igual el lugar en el que esté el presidente, que la llamada siempre se va a hacer con garantías de seguridad", ha asegurado.

Además, si la reunión es entre dirigentes que hablan idiomas distintos, el número de asistentes aumenta, ya que contarán con traductores que estarán en otra habitación. 

"El intérprete que da voz y traduce los mensajes del otro presidente es el intérprete español. No dejamos que alguien de otro país traduzca lo que nos dice alguien desde el exterior", ha relatado Ramón Gil Casares, que fue el jefe del Departamento de Política Internacional con el expresidente José María Aznar.

Otra de las formas a las que nos vemos empujados a usar para comunicarnos en el siglo XXI, son los medios digitales, algo en lo que tampoco se diferencian los lideres políticos. Cuando hay confianza entre los mandatarios, sí se puede dar un intercambio de mensajes por WhatsApp, pero la relación deberá ser muy estrecha

El teléfono rojo

La única línea que sostenía las conversaciones entre Washington y Moscú durante la Guerra Fría fue la del 'teléfono rojo', que daba la opción de una posible llamada para evitar un aumento de la escalada bélica. 

"Era una opción de comunicarse para evitar una situación dramática final", ha señalado Lourenzo Fernández, catedrático de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela.

Algunas de las llamadas más reconocidas de los últimos tiempos se dieron: en el año 2013, entre Barack Obama y el presidente iraní, Hasan Rohani; entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, desde el comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania, en febrero de 2022; y en 2008 en España, en negociaciones con el G20.