"Estamos cayendo en la trampa de Sánchez y Abascal"
Feijóo da un golpe en la mesa sobre el aborto, pero Sol reivindica su autonomía. El PP sabe que se la juega con el interrogatorio a Sánchez en el Senado.

“Así es imposible”. La frase, de un alto cargo del PP, deja patente su frustración -y seguramente la de muchos en el partido- ante la incapacidad que en ocasiones tiene Alberto Núñez Feijóo para marcar la agenda política pese a tener el viento a su favor. ¿El motivo? El último órdago de Isabel Díaz Ayuso, en esta ocasión sobre el aborto, que rompía de nuevo la estrategia de la dirección nacional, y que pasa por poner todo el foco de atención en la corrupción que, presuntamente, rodea a Pedro Sánchez.
Esta semana, Feijóo autorizó a su grupo parlamentario en el Senado a citar a declarar a Pedro Sánchez en la denominada comisión Koldo. La decisión, reconocen en privado destacadas figuras del PP, no está exenta de riesgos. “El presidente no puede salir vivo” del interrogatorio, que se producirá a finales de este mismo mes y que, dependiendo del desarrollo, podría no ser el único. “Se le puede llamar más veces”, explican las fuentes consultadas.
La opinión sobre el saldo de la comisión de la Cámara Alta no es unánime en las filas populares. Hay quienes defienden que las sesiones sí que están sirviendo para poner el foco en “la corrupción socialista”, con testimonios muy comprometedores para Sánchez. Antes del presidente, acudirán al Senado la empresaria que dijo que llevó bolsas de dinero a Ferraz y también los gerentes de la sede. “Les estamos haciendo daño”, interpretan fuentes del grupo de Alicia García, que también quieren que Begoña Gómez haga el paseíllo.
Pero de igual forma existe internamente el temor de que Sánchez logre superar el envite. De hecho, hay cargos populares que opinan que no se le ha citado antes precisamente por las dudas sobre ese cara a cara, que previsiblemente tendrá como segundo protagonista al senador popular Alejo Miranda de Larra, un desconocido para el gran público pero que ha estado muy al tanto de todas las novedades sobre el denominado caso Koldo.
“Hay que hacerlo bien. Tenemos una gran oportunidad. Hay respuestas que Sánchez no puede responder”, arguyen fuentes populares.
Con Génova volcada en acorralar a Sánchez por la corrupción, más aún después de la última batería de mensajes de José Luis Ábalos y Koldo García sobre mujeres prostituidas, el posicionamiento de Ayuso sobre el aborto volvió a enturbiar la vida interna del partido.
La consigna del equipo de Feijóo era no entrar en el tema del aborto. “Interesa a Sánchez y también a Santiago Abascal”, traducen en privado, y la dirección nacional quiere salir de ese sándwich. Pero la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha dudado en dar también esa batalla, soltando una frase en la Asamblea de Madrid que rápidamente le permitió escalar en las portadas de los medios de comunicación: “Váyanse a otro lado a abortar”, dijo.
Algunos en el PP se llevaron las manos a la cabeza. “Parece que le da igual molestar permanentemente a Feijóo”, traducía un líder autonómico, en conversación informal con El HuffPost. Poco después, el jefe de la oposición hacía público un escrito, firmado por él, sobre su posición respecto al aborto. “La posición oficial”, subrayaron los suyos.
Internamente, prácticamente todo el mundo lo entendió como un aviso a Ayuso, con la que la interlocución cada vez es más complicada, aunque públicamente se niegue. “Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes”, escribió Feijóo.
Para Génova, no cabe un desacato, como sí reivindica Ayuso. “Se tiene que cumplir la ley, tiene que haber legalidad en España”, destacaron el viernes los portavoces de Feijóo, reforzando su mensaje. Si bien, en la sede de la Comunidad de Madrid se ratificaron en que no darán marcha atrás en su negativa a crear un registro de objetores.
“Estamos cayendo en la trampa de Sánchez y Abascal... no podemos permitirnos darle oxígeno a Sánchez”, se exasperaban en la sede nacional del partido.
El golpe en la mesa de Feijóo llega, además, en un momento complicado para el PP, con Vox apretando en las encuestas. El asunto centró buena parte de la reunión del último comité de dirección y el líder de la oposición presentará el martes su duro plan migratorio en Barcelona, en el marco de la contienda que mantiene con los de Abascal.
Preocupa especialmente Andalucía, después de la crisis de las mamografías. Finalmente, Juanma Moreno forzó la dimisión de su consejera de Salud, tras días de presión interna para que diera ese paso. “En España nadie dimite, aquí somos distintos”, se reivindicó el barón popular.
Ya se han programado una nueva hornada de encuestas para testar el ánimo de los andaluces, pero la primera impresión en San Telmo es que la marca de Moreno sigue fuerte. “El problema es el ascenso de Vox en provincias muy importantes”, traducen las fuentes consultadas. El presidente regional, de momento, no parece tener intención de jugar con el calendario electoral. A Feijóo le dijo que abrirá las urnas antes de verano del próximo año, salvo que Sánchez apriete el botón rojo.
