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Jenni Hermoso niega que diera permiso a Rubiales: "Me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir en ningún ámbito"

Jenni Hermoso niega que diera permiso a Rubiales: "Me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir en ningún ámbito"

Comienza el juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, acusado de agresión sexual y coacciones por besar a la futbolista.

Luis Rubiales, en el juicio que ha comenzado este lunes.EFE/Chema Moya

La futbolista Jennifer Hermoso ha negado este lunes que diera permiso al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales para besarle en la boca y que este le "faltó al respeto". "Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social", ha relatado en su declaración en el juicio contra el exmandatario.

A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, Hermoso ha asegurado que Rubiales manchó "uno de los días más felices" de su vida. "Y para mí es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto y ni mucho menos me lo esperé, porque a mi persona creo que se le faltó al respeto", ha incidido. "No lo aprobé", ha dicho tajante la internacional.

Hermoso ha relatado detalladamente cómo ocurrió el momento del beso no consentido por el que Rubiales se enfrenta a 2 años y 6 meses de cárcel y que ocurrió durante la entrega de medallas tras la victoria de España en el Mundial femenino celebrado en Sídney.

"Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso", ha afirmado para luego añadir que "nada más bajar" supo "que eso no era normal".

Según ha declarado Hermoso, aquel beso cambió su vida "desde el primer momento" y no le dejó disfrutar del triunfo como habría querido. Jenni Hermoso ha confesado también que se siente aliviada por vivir ahora en México, donde juega en el Tigres de la UANL, debido a la presión que vivió en España tras el beso no consentido, donde le seguían medios en Madrid las "24 horas" del día.

Presiones para ayudar a Rubiales

Tras relatar el episodio del beso, Jenni Hermoso ha pormenorizado las presiones que sufrió desde que accedió al vestuario tras el partido, en el avión de vuelta a España y durante el viaje a Ibiza del que disfrutaron algunas jugadoras.

Según ella, le pidieron hacer un comunicado o un vídeo con Rubiales "incontables veces", tratando de justificar el comportamiento del expresidente de la RFEF. En la escala en Doha, el propio Rubiales le pidió que le ayudase por sus "hijas", e incluso le llegó a decir algo que, según ha dicho Hermoso, le dolió: "A ti y a mí nos gusta lo mismo".

Tras las negativas, según la jugadora internacional, su entonces entrenador, Jorge Vilda, intentó también convencerla a ella e incluso a su hermano, y llegó a sugerir que se le "compensaría"; y ya en Ibiza, lo hicieron Rubén Rivera y Albert Luque.

Fueron, ha dicho, "bastante insistentes", pero lo que no recibió de la Federación, según ha denunciado, es ningún gesto para saber qué tal estaba o qué necesitaba: "Nadie es nadie. Me sentí desprotegidísima por parte de la RFEF, tenía que ser mi lugar seguro".