La Conferencia Episcopal, en contra de que los católicos se conviertan en rentistas
Su presidente, Luis Argüello, pide a los católicos que no se dejen llevar por las "reglas del mercado" y por la obtención de grandes beneficios.
"Si queremos situarnos con un criterio que brote del corazón mismo de la Eucaristía que nos invita a la comunión de vida y a la comunión de bienes y también a una comunión de acción en medio del mundo en relación con los asuntos de la vida social, ¿no deberíamos los católicos plantearnos cuál ha de ser nuestro criterio al poner en el mercado o no una vivienda que, quizás, tengamos cerrada?" Es la pregunta que ha lanzado a los católicos el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.
En una carta, el arzobispo pide a los creyentes si no tendría sentido estar "dispuestos a aceptar, quizás, un nivel de renta menor que suponga sí una justa retribución a un dinero invertido, pero que no se someta a las reglas del mercado".
De este modo, Argüello trata de convencer a los católicos del papel que pueden jugar en la crisis de la vivienda. Básicamente, les pide que no se dejen llevar por las ganancias económicas y se conviertan en rentistas. Los altos beneficios que conlleva el mercado de la vivienda pueden suponer "una oportunidad de ganancia, pero suponen para otros una barrera casi imposible para poder llevar una vida digna".
Para el presidente de la Conferencia Episcopal, los católicos no pueden "dejar de lado" su "propia responsabilidad para actuar de forma directa en el arrendamiento de la vivienda". Argüello pide no dejarse llevar por las esperanzas de riqueza a través de la vivienda, es decir, "siguiendo las reglas del mercado". Argüello advierte, además, que los altos precios de la vivienda suponen también un obstáculo para que "una familia sea numerosa".
Las palabras de Argüello llegan en una semana en la que el precio de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, ha alcanzado nuevos máximos históricos.