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La Fiscalía Anticorrupción investiga a Vox por presunta financiación irregular

La Fiscalía Anticorrupción investiga a Vox por presunta financiación irregular

El ministerio fiscal ha iniciado una investigación a la formación que dirige Santiago Abascal, tras una denuncia del PSOE que esgrime que han utilizado métodos para captar fondos de manera opaca.

La Fiscalía Anticorrupción pone la lupa sobre las arcas de la ultraderecha española. La Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación a Vox por presunta financiación irregular, según han confirmado medios como el El País o la agencia Europa Press con fuentes fiscales.

Se trata de la decisión adoptada por el fiscal jefe Alejandro Luzón para activar un procedimiento reservado contra el partido político Vox, al comprender que hay indicios o base suficiente para iniciarlo y que ha trascendido a la esfera pública este lunes.

Todo ello parte de una denuncia presentada por el PSOE a finales del pasado año, el 13 de diciembre, en la que los socialistas esgrimen que en Vox se habrían empleado métodos para captar fondos de forma opaca, pero también fondos extranjeros ilegalmente.

¿Qué se ha denunciado?: de la donación del banco húngaro a las huchas "opacas" de 'merchandising'

En la denuncia que los socialistas presentaron ante la Fiscalía General del Estado en los últimos compases de 2024 aseguraban que, como mínimo, desde 2020 hasta hoy en día, se han registrado prácticas opacas en lo relativo a los estands, puestos o mesas informativas que Vox instala -como otras formaciones- a lo largo de todo el Estado español.

En dichos puestos, incide el PSOE en la denuncia, coinciden una serie de elementos de captación de ingresos económicos en forma de "huchas" o "cajas de caudales", de forma paralela a la presencia de elementos de merchandising (productos a la venta del propio partido): "con el objetivo de captar fondos en metálico de un modo absolutamente opaco".

Desde el PSOE consideran dicha supuesta práctica como "absolutamente irregular" y, según sus estimaciones, creen que podrían haber recaudado hasta 5 millones de euros que no habrían sido debidamente notificadas en una contabilidad, como obliga la Ley de Financiación de Partidos Políticos, en el caso de "las donaciones anónimas y las ventas promocionales".

Esa es una de la grandes patas de la denuncia, pero la otra la conforma un préstamo de 6 millones y medio de euros de la entidad bancaria húngara MBH Bank Nyrt. Para hacerse una idea, hablamos de la segunda entidad financiera estatal de Hungría, cuya parte mayoritaria pertenece a un fondo estatal con el que el primer ministro y ultrapopulista Viktor Orban guarda un estrecho vínculo, el Fondo de Inversiones Internacionales Corvinus -la otra gran parte es de un amigo de la infancia de Orban, el magnate Lörinc Mészáros-.

Y cabe recordar, que desde la propia sede de Bambú, se reconoció que Vox recibió un préstamos de nueve millones de euros de dicho banco húngaro MBH para las citas electorales de la municipales y las generales, en 2023. Lo hizo puntualizando a su vez una queja, al criticar que los bancos españoles son reacios a prestarles dinero para la realización de las campañas políticas.

Vox ya fue sancionado por el Tribunal de Cuentas con 200.000 euros

Este no ha sido el único toque de atención que recibe el partido de los de Abascal en materia de financiación y contabilidad. En julio del año pasado, Vox ya fue sancionado por el Tribunal de Cuentas obligado a sufragar una multa de 233.324,22 euros por financiación irregular.

No obstante, en ese caso no tuvo que ver con cuestiones ligadas a una supuesta opacidad de cuentas. Fueron dos casos concretos que, a juicio del tribunal administrativo, contravinieron la Ley Orgánica de Financiación de Partidos Políticos (LOFPP), al recolectar donaciones de carácter prohibido. Se trataron de las que buscaban financiar la querella contra el expresident catalán Quim Torra o para el pago de la fianza de un joven que había sido procesado por la muerte de un ladrón, un caso que fue viral.

Y esas cuestiones tampoco fueron las últimas que llamaron la atención del Tribunal de Cuentas, que en ese momento tenía detectadas irregularidades, en 2020, por valor de 102.048,30 euros. Cantidad total en efectivo que había sido ingresada en cajeros y de las que había sospechas de podrían ser donaciones encubiertas.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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