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Las consecuencias electorales del caso Koldo: ¿pasan factura los escándalos de corrupción en las urnas?

Las consecuencias electorales del caso Koldo: ¿pasan factura los escándalos de corrupción en las urnas?

Los expertos señalan que el impacto entre los votantes es "relativamente modesto", aunque sí puede tener "consecuencias relevantes" en los resultados según el contexto.

Santos Cerdán y Pedro Sánchez, en el CongresoEuropa Press via Getty Images

El 'caso Koldo' revienta al PSOE. La presunta trama de corrupción en la que estarían implicados los dos últimos secretarios de organización del partido, José Luis Ábalos y Saltos Cerdán, saltó a los medios de comunicación en febrero de 2024, cuando se investigaban supuestos contratos irregulares de mascarillas en plena pandemia. Ahora, los tentáculos de la trama alcanzan también las presuntas ‘mordidas’ por adjudicaciones de obra pública que Ábalos y Cerdán habrían obtenido junto a Koldo García, exasesor del ministro. 

Todos ellos deberán comparecer durante las próximas dos semanas en el Tribunal Supremo para dar explicaciones de los audios y mensajes que la UCO obtuvo durante uno de los registros y que aparecen en el último informe entregado al juez Leopoldo Puente. En concreto, la Guardia Civil desglosa la adjudicación de tres obras concretas por las que García y Ábalos habrían recibido, al menos, 620.000 euros por parte de empresas. Y señalan a Santos Cerdán como la persona que “gestionaba” dichos pagos.

  Koldo, Ábalos, De Aldama y CerdánGetty

En un rosario de investigaciones y situaciones extravagantes, los protagonistas de este escándalo también deberán dar cuenta de la 'colocación' en empresas públicas de cuatro mujeres relacionadas con Koldo o Ábalos. O las casas, chalets y pisos que los implicados adquirieron o alquilaron sin justificar quiénes pagaron o de dónde salió el dinero.

La presunta actividad delictiva de la trama ha provocado un enorme shock dentro de las filas del PSOE, incapaces de reaccionar ante la oleada de noticias y complejas situaciones derivadas de la investigación. La última, este mismo viernes, con la entrada de agentes de la UCO en su sede principal de Ferraz para clonar el correo electrónico de Cerdán. El temor de una parte de sus dirigentes es que este caso pase factura electoralmente, aunque Pedro Sánchez mantenga su compromiso de aguantar hasta 2027. Sin embargo, tal como contaba el pasado sábado El HuffPostalgunas estructuras del partido avisan de que los comicios autonómicos y locales están más cerca y que todo esto les puede arrastrar.

El mismo día que se publicaba el informe de la UCO que derribó a Santos Cerdán, el CIS sacaba una encuesta en la que el PSOE crecía y aventajaba en más de siete puntos al PP. Una diferencia sorprendente teniendo en cuenta que era el primer estudio tras la difusión en los medios de los audios en los que la exmilitante socialista Leire Díez buscaba datos sobre Antonio Balas, uno de los responsables de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investiga casos de corrupción vinculados al PSOE.

A la espera del próximo barómetro del CIS, que será en julio y que ya recogerá las consecuencias de la caída de Cerdán, la demoscopia privada apunta a un derrumbe claro de los socialistas por este escándalo. En concreto, según una encuesta de DYM para 20 Minutos, el PSOE caería casi tres puntos con respecto a su anterior estudio y la diferencia con el PP sería de diez. 

  El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez.EFE/ Javier Lizon

La corrupción preocupa y mucho a los españoles. En noviembre de 2014, llegó a ser la principal inquietud del 63,9% de los españoles, según el CIS. La encuesta de aquel mes recogía el impacto del estallido de la Púnica, con más de una treintena de detenciones, entre ellos varios alcaldes y conocidos cargos públicos como Francisco Granados. Ahora, "la corrupción y el fraude" sólo está entre las tres principales preocupaciones para el 7,1% de los ciudadanos. Un dato que, casi de forma irremediable, aumentará en las próximas semanas.

Pero, ¿realmente pasan factura los casos de corrupción en España? Diferentes estudios publicados en los últimos años señalan que el impacto de este tipo de escándalos sobre el votante no es tan alto como en un principio podía esperarse. La propia historia así lo demuestra: hace más de tres décadas, cuando estallaron los principales casos que afectaron al gobierno de Felipe González, la sanción electoral tardó en producirse y estuvo ligada al contexto de una aguda crisis económica. Lo mismo ocurrió con la Gürtel, que no impidió a Mariano Rajoy ganar con mayoría absoluta en 2011 y ser el candidato más votado de nuevo en 2015 y 2016. 

A nivel autonómico y local, la incidencia incluso puede ser menor. En 2007, por ejemplo, el 70% de los alcaldes que se enfrentaban a algún tipo de acusación de corrupción fueron reelegidos en los comicios locales de aquel año. Y  en la Comunidad de Madrid, las diferentes investigaciones judiciales abiertas a lo largo de los últimos 15 años no han impedido que el PP mantenga el control de la Puerta del Sol. 

  Ciudadanos depositan sus votos en una urna electoral, en mayo de 2023Europa Press via Getty Images

Eva Anduiza, catedrática de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Barcelona, subraya a El HuffPost que el efecto de la corrupción en una cita electoral suele ser "relativamente modesto". Pero añade: "Cuando las elecciones son muy competidas y hay mucha fragmentación y volatilidad, puede tener consecuencias que sean políticamente relevantes". Además, según la experta, hay diferentes factores que pueden hacer que la incidencia sea mayor de la prevista. "Si los casos de corrupción afectan a un partido que esté en el gobierno, puede que haya más trasvase de voto a un partido de la oposición. Pero si ese partido de la oposición también se encuentra afectado por la corrupción, entonces lo que suele producirse es más desafección y más desmovilización entre el electorado", indica.

Anduiza también señala que los electores suelen decidir su voto en función de lo que ha ocurrido a lo largo del último año. Algo que, de primeras, beneficiaría a Pedro Sánchez si finalmente las elecciones fueran en 2027. Sin embargo, la propia experta también advierte de que los votantes de izquierdas son "en general, más exigentes contra la corrupción" que los de derechas y que el goteo constante de informaciones y la propia judicialización del caso previsiblemente dilatarán sus efectos sobre la opinión pública hasta las próximas generales.

Enrique Hernández, también profesor en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, coincide con su compañera en señalar que la corrupción afecta electoralmente a los partidos, "pero no siempre lo suficiente como para perder el poder". Y señala que esto puede darse por nuestros "sesgos partidistas". "Hay estudios que indican que si yo leo una noticia sobre un escándalo de corrupción que afecta al partido con el que yo simpatizo, le doy menos importancia. Pero si es al revés, la relevancia que le otorgo es mayor", indica. 

De hecho, la reticencia a cambiar el voto es más marcada entre las personas con mayor interés y conocimientos en política, pese a que estas también son las más proclives a leer sobre casos que sacuden a su partido predilecto. La corrupción, por lo tanto, no es uniforme a ojos de la gente ni tampoco pasa la misma factura, ya que depende del contexto en el que se dé cada caso.

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es jefe de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es