Mañueco dará este viernes explicaciones en su peor momento por los incendios: una protesta a las puertas del parlamento y el 'feo' de los brigadistas
El presidente de Castilla y León es el primer barón del PP que dará la cara tras quemarse casi 400.000 hectáreas. Hará un llamamiento para "trabajar unidos" ante el fuego, aunque la oposición le recordará su criticada gestión.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, comparecerá este viernes ante las Cortes autonómicas para dar explicaciones sobre su gestión en la ola de incendios que ha arrasado más de 140.000 hectáreas en su región en el último mes.
Será, de hecho, el primer barón del PP que dará cuenta de sus actuaciones y responderá a las múltiples críticas recibidas en estos días, después de que hasta tres ministros (la de Defensa, Margarita Robles; la de Transición Ecológica, Sara Aagesen y el de Interior, Grande-Marlaska) hayan hecho lo propio en el Senado. Algunos presidentes autonómicos cuyas regiones también se han visto afectadas por grandes incendios, como la extremeña María Guardiola o el andaluz Moreno Bonilla, han rechazado de momento dar la cara y otros, como el gallego Alfonso Rueda, esperarán hasta dentro de unos días.
De todos los barones autonómicos reprendidos por sus actuaciones durante la ola de incendios, el más señalado ha sido precisamente Mañueco. No sólo porque su región haya sido la más afectada en cuanto a hectáreas arrasadas (incluyendo el monumento natural de Las Médulas), sino también porque este último capítulo de fuegos ha desnudado sus carencias tanto en la prevención como en la logística para hacer frente a situaciones como estas. Con el agravante, cabe recordar, de que Castilla y León es la región con mayor superficie forestal de toda España.

La ineficacia del gobierno de Mañueco ya ha provocado durante los últimos días diferentes protestas en varias localidades, así como la convocatoria de una concentración este viernes ante el Parlamento para exigir las destituciones inmediatas del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y del director general del Medio Natural, José Ángel Arranz, a quienes se les responsabiliza directamente de la situación.
“Hemos visto pueblos y vidas arrasadas, la pérdida de biodiversidad, parques naturales como Las Médulas en llamas, y hemos tenido que enterrar a cuatro personas que luchaban contra los fuegos sin medios suficientes”, denuncia el manifiesto hecho público en las horas previas a la comparecencia del presidente autonómico.
Según los convocantes, el operativo de prevención y extinción se encuentra en una situación precaria, sin planificación específica para comarcas especialmente vulnerables, y con carencias logísticas básicas como alojamiento y alimentación para las brigadas durante las emergencias.
Mañueco ya tuvo que sufrir este pasado miércoles en primera persona el desplante de algunos bomberos forestales, que le negaron el saludo mientras visitaba junto a los reyes el municipio de Galende. "¿Somos un despilfarro?", le llegó a preguntar uno de ellos con tono sarcástico, después de que su consejero Suárez-Quiñones señalara que "mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro".
El presidente de Castilla y León, que en marzo de 2026 tendrá que someterse de nuevo al juicio de las urnas, comenzó siendo reprendido nada más se originaron los fuegos, allá por el 8 de agosto. Mañueco se encontraba de vacaciones en Cádiz y no regresó hasta cuatro días después, con la situación ya descontrolada. Su ausencia fue afeada por la oposición y también por ministros como el de Transportes, Óscar Puente. Tampoco estuvo al frente Suárez-Quiñones, quien dio preferencia a una comida en Gijón mientras ardía Las Médulas. "Comer es una obligación para estar en condiciones", dijo de malos modos el consejero a los periodistas como respuesta. Unas palabras que, posteriormente, fueron tildadas de "desafortunadas" por Mañueco.
Para intentar aparentar que la situación estaba controlada, el líder autonómico aseguró que la Junta contaba con “suficientes medios” y que el problema no era “de los operativos ni de falta de medios”. Sin embargo, dos días después, fue él mismo quien exigió al Gobierno central la incorporación de 1.000 soldados, 30 helicópteros y 25 bulldozers con maquinistas. Una petición que se sumó a las de los presidentes de Galicia y Extremadura, en una acción coordinada que fue criticada por la ministra Margarita Robles durante su comparecencia en el Senado. "Unas peticiones de medios muy en abstracto y en cantidades muy increíbles", señaló. Algunos de esos efectivos, según la propia Robles, no se llegaron a utilizar posteriormente.
"El 18 de agosto, se pidieron 20 helicópteros para el transporte personal. El día 22, cuatro días después, todavía no habían hecho transporte alguno pese a que eran muy importantes. Lo mismo con respecto a la petición de zonas de avituallamiento y módulos de servicio. Hasta la fecha, en un puesto de Castilla y León en el que se hizo cabida para 200 personas, sólo han acudido a cenar veinte personas y dos turistas", dijo Robles.
El gobierno de Castilla y León se defiende tirando de cifras. Sobre todo, en lo que respecta a inversión en prevención de incendios. En una entrevista en Espejo Público (Antena 3), Mañueco dijo que su Gobierno había “triplicado” la inversión en esta materia, alcanzando los 74 millones de euros y siendo, “probablemente, la comunidad que más dinero destina”. Sin embargo, la inversión por hectárea está por debajo de otras regiones como Galicia o Andalucía.

Los bomberos y brigadistas de extinción aseguran que sus condiciones son precarias en lo que respecta a salario y desarrollo laboral. Denuncian que estas labores de prevención de incendios han recaído, en parte, en empresas privadas que no hacen una buena gestión de los fondos recibidos. "El operativo de la Junta está formado por más de 35 empresas privadas que se reparten las licitaciones públicas para labores de prevención y extinción. Es un reino de taifas, en el que no hay una unión. Los trabajos salen por subastas a contratos de licitación a la baja y la empresa que menos paga, es la que se lleva las adjudicaciones de las obras de prevención y extinción. Al final, los que salimos pagando son los trabajadores, porque estas empresas lo que hacen es ratear en todo lo que pueden: en salarios y en material", señalaba un bombero en La Ser hace unos días.
En este aspecto, cabe recordar que PP y Vox bloquearon en 2024 la Proposición de Ley de Bomberos y Bomberas Forestales, una norma que planteaba un operativo público, estable y coordinado durante todo el año para prevenir catástrofes como las que han ocurrido estos días en la región. El PP la despreció como un “brindis al sol” y Vox la tachó de “ideológica” por incluir lenguaje inclusivo.
En 2022, los dos partidos - en ese momento, con Vox en el gobierno autonómico - también se opusieron a tener habilitado un operativo antiincendios durante todo el año tras el pavoroso incendio de La Culebra, que quemó más de 60.000 hectáreas y en el que murieron cuatro personas.
Este viernes, ante el parlamento, Mañueco tiene previsto hacer un llamamiento a "trabajar unidos" por la recuperación de las zonas afectadas por los incendios, consciente de que "quedan muchas cosas por hacer" y aún hay "mucho riesgo en el monte". Unas palabras que, probablemente, no encontrarán consuelo entre aquellos a quienes el fuego ha devorado todo lo que tenían.
