PSOE y Sumar ponen a prueba su coalición tras el escándalo del 'caso Koldo' y entre exigencias de Díaz para "resetear" la legislatura
Sumar anunció su intención de apretar al bando socialista del Gobierno para abrir un "nuevo tiempo" basado en medidas sociales y de regeneración democrática. Este miércole, primer cara a cara entre partidos, a tres días del Comité Federal del PSOE y justo una semana antes de la comparecencia de Sánchez.

En el mundo de la política, cada palabra cuenta. Y que Yolanda Díaz eligiera "reseteo" de la legislatura como una de sus primeras reacciones tras el estallido del 'caso Koldo' (o 'caso Cerdán') no fue casual. La vicepresidenta segunda y cabeza de Sumar exigía un cambio de tiempo en la acción de Gobierno y en la relación con el PSOE. Lo exigió también en su cara a cara con Pedro Sánchez en La Moncloa. Y de aquellas exigencias —verbo clave en las últimas fechas— más o menos públicas llega la reunión entre las dos formaciones este miércoles en el Congreso, aún reciente el ingreso de Santos Cerdán en la cárcel y más de un año después de la anterior.
No es una cita nueva; sí lo es el contexto. Porque aunque haga tiempo de la última vez, socialistas y las fuerzas que integran Sumar ya reservaron mesa para hacerle un chequeo a la agenda común, a las divergencias y al futuro legislativo. Sin embargo, lo de este miércoles, alcanza una dimensión mucho mayor, justo cuando el PP aprieta todo lo posible buscando la forma de cortar la legislatura por lo sano.
El encuentro tendrá lugar en el Congreso de los Diputados, alrededor de las 10:00. No estarán ni Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz, pero sí figuras relevantes del Gobierno y pesos pesados dentro de los aparatos de sus respectivas filas. Por el bando socialista, la delegación la encabezarán la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Del otro lado, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.
Sobre la mesa, la propuesta de Sumar para provocar algo más que un "reseteo" de la legislatura. Ya en una primera comparecencia, Yolanda Díaz mostraba su indignación y lanzaba una agenda reformista y contra la corrupción como exigencia a Sánchez para avanzar en la agenda de Gobierno. "La salida solo es posible si es un giro de 180 grados y solo puede ser desde lo social", admitía con visible indignación y pesar.
La intención del socio minoritario es aplicar a la voz de ya ese giro copernicano para que el PSOE vuelva a ganarse la confianza de su socio de gobierno, "quebrada" a golpe de escándalo en las últimas semanas.
Para lograr ese giro, Sumar reclama dos puntos de apoyo irrenunciables. Por un lado, el plano social, con una serie de medidas a relanzar tras una primera negativa socialista —de acuerdo con el relato de Yolanda Díaz— como una prestación por crianza, mejorar la financiación de la dependencia, activar permisos retribuidos por cuidados, aplicar iniciativas para mejorar el acceso a la vivienda y desplegar más avances en derechos laborales, entre otras.
El otro bloque se dirige a la regeneración democrática, con propuetas para aprobar una agencia estatal de prevención contra la corrupción, limitar los aforamientos, elevar las penas de delitos relacionados con la corrupción o prohibir que empresas condenadas por corrupción puedan aspirar a adjudicaciones de la administración pública.
Ni las palabras eran casuales ni lo es el momento para el 'reencuentro' de partidos y aliados en el Ejecutivo. La cita en el Congreso llega apenas tres días antes del crucial y adelantado Comité Federal del PSOE, que presidirá Pedro Sánchez este sábado, y del que se espera un fuerte lavado de cara del organigrama de Ferraz.
Pero lo de este miércoles también sirve de previa a la comparecencia del presidente en el Congreso para dar explicaciones por el escándalo en torno a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. Sánchez pasará por la Cámara Baja en una semana, el miércoles 9.
El criterio del socio minoritario de la coalición es que esta crisis tiene que servir para, tirando de lenguaje gubernamental, 'salir mejores' tanto en el concepto social como en el de lucha contra la corrupción y con la "necesidad" de reactivar al electorado progresista tras el impacto del caso Cerdán. "Un giro de izquierdas", lo definía este martes tras el Consejo de Ministros el titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
Así, la intención de los de Díaz es que todas o algunas de las medidas planteadas reciban el 'visto bueno' del PSOE de inmediato y sean presentadas por el propio Sánchez en su comparecencia del 9 de julio.