Sectores del PP consideran un error alimentar la sospecha del fraude electoral: “El presidente es Feijóo, no Aznar"
Para una parte del partido, los mensajes lanzados sobre un presunto amaño alejan el foco mediático de la "corrupción" del PSOE: "Beneficia a Sánchez".
La ofensiva total contra Sánchez que promueve Génova ha despertado algunas nuevas dudas dentro del PP. La última discrepancia interna ha surgido por las reiteradas sospechas que se han lanzado estos días sobre la posibilidad de que Pedro Sánchez sea capaz de interferir en una convocatoria electoral para amañar los resultados.
Este domingo, en una entrevista en El Mundo, el expresidente José María Aznar dijo de forma metafórica que quien asalta una joyería, también está dispuesto a asaltar un banco. "Cuando uno es capaz de adulterar unas elecciones internas en su partido, ¿por qué no va a ser capaz de alterar unas elecciones generales?".
Aznar se refería así al polémico mensaje de Santos Cerdán a Koldo que la UCO incluyó en su último informe enviado al juez Leopoldo Puente, en el que quedaba claro que el ya exsecretario de organización del PSOE ordenó a su 'pupilo' meter en una urna dos papeletas de más en las primarias socialistas de 2014 que dieron la secretaría general del partido a Pedro Sánchez.
Este lunes, en una entrevista en esRadio, Feijóo suscribía primero sin ambigüedades las palabras de Aznar. "Está acreditado que Sánchez y sus compañeros amañaron en parte las primarias. Les gusta el fraude y lo han cometido (...) “Es difícil robar las elecciones pero no imposible”, aseguró.
Sin embargo, apenas unas horas después, el portavoz del PP, Borja Sémper, salía ante los medios a negar que sus dirigentes hubieran alientado las sospechas de fraude en España. "No hemos cuestionado nuestro sistema nunca. De quien desconfiamos profundamente es de este Gobierno. Y, singularmente, desconfiamos de personas que han acreditado su moral disipada o su ética inexistente como doña Leire", en alusión a la exmilitante socialista Leire Díez que tuvo responsabilidades en Correos.
Este cambio de discurso se debió a que, según ha podido saber El HuffPost, Feijóo pidió en el comité de dirección del lunes por la mañana rebajar el tono sobre el presunto fraude electoral. Así se le transmitió a Borja Sémper para que ese mensaje quedara "claro" en su rueda de prensa habitual de los lunes.
Sin embargo, sólo un día después, era el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, quien retomaba las teorías conspiranoicas para sugerir que el Gobierno colocó a Leire Díez en Correos para amañar votos. "¿Cómo no vamos a dudar de quien quien amañó las primarias en su partido pueda haber tenido la tentación de amañar también otras cosas?", dijo.
Sectores del PP creen que es “un error” hacer seguidismo a Aznar en un asunto que supone también poner en cuestión el engranaje político y democrático de España. "El presidente es Feijóo, no Aznar. Si hay que decirle que no, pues se le dice”, sugiere un presidente autonómico. “Es un error que beneficia a Sánchez. Es quitar el foco en la corrupción del PSOE”, asegura otro alto cargo del PP.
Para una parte del partido, el problema es que Feijóo ha decidido “no enfadarse con nadie”. “Da igual lo que digan Aznar o Ayuso, que no se les puede rechistar. Y luego va a rebufo”, lamentan este sector. “Un sándwich”, dice otro.
De facto, el ala dura es quien se va imponiendo en la nueva estrategia del PP, aunque para la ponencia política del próximo congreso del partido en julio se eligieron dos perfiles moderados, como los de Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco.
Esta polémica, de momento, ha servido para que el Gobierno tilde al PP de "trumpista". "Esto es no aceptar la democracia de tu país, esto es no aceptar los resultados electorales", señaló la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, a la conclusión del Consejo de Ministros. Vox, por su parte, ha presentado una propuesta para blindar el voto por correo y ha exigido a la Junta Electoral Central una investigación sobre posibles ‘fraudes’ en el 23-J.