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Suso Díaz, dignidad obrera hecha hombre

Suso Díaz, dignidad obrera hecha hombre

El padre de la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, muere a los 80 años en A Coruña, según ha informado CCOO, sindicato que lideró durante 9 años en Galicia

Suso Díaz abraza a su hija, Yolanda Díaz, en un mitin de Sumar en A Coruña.
Suso Díaz abraza a su hija, Yolanda Díaz, en un mitin de Sumar en A Coruña.M. DYLAN

El movimiento obrero, en España y especialmente en Galicia, ha perdido algo más que a un sindicalista. Se ha ido Suso Díaz. El padre de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que fue líder de Comisiones Obreras en Galicia durante ocho años, ha muerto este martes a los 80 años en A Coruña y con él se va el referente moral de toda una generación que en pleno franquismo, en 1972, consiguió poner la dictadura contra las cuerdas.

Nacido en Ferrol en 1944, hijo de un carretero y hermano gemelo del economista Pepe Díaz, Suso entró como aprendiz en el astillero de Astano con solo 14 años. Astano, hoy Navantia Fene, formaba junto a Bazán —la actual Navantia Ferrol— el corazón industrial de la ría de Ferrol, epicentro de la lucha obrera durante la dictadura. Allí coincidió con una generación irrepetible de trabajadores que, como él, soñaba con cambiar el mundo desde los talleres. Desde allí, en los años más oscuros del régimen, empezó a organizarse una resistencia que acabaría marcando la historia reciente de España.

Suso participó en su primera huelga en 1962, cuando apenas tenía 18 años. Fue el punto de partida de una militancia tenaz y cada vez más comprometida. Se integró en las filas de Comisiones Obreras, por aquel entonces en la clandestinidad, y también en el Partido Comunista, con los que compartía la voluntad de plantarle cara a la dictadura de Franco desde los astilleros de Ferrol. Aquella decisión marcó su vida: fue objeto de una represión sistemática, lo detuvieron en varias ocasiones y acabó en la cárcel antes de cumplir los treinta. En 1972, tras el asesinato de dos trabajadores del naval a manos de la policía en Ferrol, fue encarcelado durante dos meses por negarse a pagar la multa impuesta por participar en las protestas. Pero nunca se ocultó. Ni el miedo ni las amenazas lograron apartarlo del camino que había elegido.

Tras la legalización de Comisiones Obreras, se incorporó a sus órganos de dirección en Galicia. En 1992 fue elegido secretario general del sindicato en la comunidad, cargo que ocupó durante ocho años. Durante su mandato se sentaron las bases de la Fundación 10 de Marzo, creada para preservar la memoria del movimiento obrero gallego, y se impulsó también el reconocimiento institucional de esa fecha como Día da Clase Obreira Galega. En 2010, ya jubilado, recibió el premio con el nombre de la fundación, en reconocimiento a “su trayectoria de compromiso con los derechos de la clase trabajadora y su relevancia en la lucha por las libertades que hoy disfrutamos”.

Pero su activismo no se detuvo ahí. Desde que dejó la dirección, Suso siguió acudiendo a todas las movilizaciones del sindicato “mientras la salud se lo permitió” y apoyando, con discreción, “todas las causas justas”. En 2023, ya enfermo, cerró simbólicamente la lista municipal de Sumar en A Coruña, en un último gesto de fidelidad a sus ideas. Ese mismo año también recibió el reconocimiento de la Fundación Luís Tilve, vinculada a la UGT, lo que demuestra que su legado trascendía las siglas. Fue, ante todo, un referente humano: sereno, leal, con una sonrisa franca y una generosidad que marcaba a quien lo conocían.

La muerte de Suso Díaz ha provocado una cascada de mensajes de reconocimiento y afecto desde todos los ámbitos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido uno de los primeros en pronunciarse, enviándole un mensaje de apoyo a Yolanda Díaz a través de la red social X: “Suso Díaz fue un referente del sindicalismo y la lucha por los derechos de los trabajadores. Comprometido, honesto y generoso, dedicó su vida a construir un mundo más justo. Mi cariño y respeto, querida Yolanda Díaz”, escribió el presidente.

La ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha destacado: “Un referente sindical, un luchador incansable, un hombre de convicciones y una buena persona que dedicó su vida a trabajar por un mundo más justo”. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha añadido en redes sociales: “Se nos va Suso. Uno de aquellos militantes antifranquistas que dieron todo por las libertades”.

Desde Sumar, la portavoz de la formación, Lara Hernández, ha escrito en BlueSky: “Nos ha dejado Suso Díaz, referente en la defensa de la clase trabajadora, firme defensor de los derechos y libertades y, ante todo, buena persona. Su ejemplo y legado nos seguirán guiando. Que la tierra te sea leve, camarada". El exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, también ha querido decirle adiós al padre de Yolanda Díaz con una sencilla frase: “Conocí a Suso Díaz. Un luchador y una buena persona”.