Teorías sobre el gigantesco anillo metálico caído del cielo en un poblado de Kenia
Algunos expertos dudan realmente de que se trate de fragmentos de un cohete.

Kenia sigue desconcertada por el espectacular acontecimiento que se produjo a finales de 2024. La Agencia Espacial de Kenia (KSA, por sus siglas en inglés) ha señalado que un anillo metálico de unos 500 kilos que cayó del cielo en un pueblo del sureste del país era un fragmento de un cohete.
"Las evaluaciones preliminares indican que el objeto caído es un anillo de separación de un vehículo de lanzamiento (cohete)", informó el organismo.
La KSA subrayó en su momento que se trataba de un "caso aislado", ya que este tipo de objetos "generalmente están diseñados para desintegrarse al reingresar a la atmósfera terrestre o caer en áreas deshabitadas, como los océanos".
Romain Lucken, fundador de la startup francesa Aldoria y que vigila satélites a escala mundial, apoya esta hipótesis en AFP y dice que el objeto podría pertenecer al Polar Satellite Launch Vehicle (PSLV), un lanzador de la agencia espacial india.
Si bien esta hipótesis es plausible, no es universalmente aceptada. En estos últimos días, han comenzado a proliferar entre los expertos diferentes teorías sobre este objeto. Jonathan McDowell, astrónomo estadounidense especializado en basura espacial, expresa sus dudas en 20minutes.fr: “La masa del objeto no corresponde con las características típicas de las piezas de un cohete de este tamaño". Sin embargo, según él, podría ser parte del cohete europeo Ariane V184 de 2008.
Christophe Bonnal, un experto francés en contaminación espacial contactado por la AFP, ofrece otra explicación. ¿Qué pasaría si el objeto viniera de un cohete militar? Estos equipos, a menudo blindados, corresponden al peso y la robustez del objeto caído en Kenia. “Podría ser un elemento militar o incluso un objeto terrestre como una parte de una excavadora o un tanque de asalto”, explica Bonnal.
Esta hipótesis podría ser sólida porque muchos objetos militares no figuran en los catálogos internacionales de desechos espaciales. "Si se trata de una pieza de un misil o de un lanzador estadounidense o ruso, es poco probable que obtengamos una confirmación oficial", añade.
El misterio que rodea al anillo que cayó en Kenia también ilustra la magnitud del problema mundial de los desechos espaciales. Si bien el rastro espacial sigue siendo el más creíble, la falta de datos precisos sobre ciertos desechos hace que su identificación sea peligrosa.