Lo siento, padece usted la enfermedad de Alzheimer

Lo siento, padece usted la enfermedad de Alzheimer

Se dice que la gente que tiene Alzheimer muere dos veces, una cuando pierde la memoria y otra cuando muere de verdad. Aquellos que la padecen sufren las consecuencias devastadoras de la enfermedad sin ni siquiera darse cuenta. Los que observan desde fuera, los familiares, cuidadores.... esos que ven cómo una persona se desvanece, guerreros de la memoria.

"Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia"

Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

El primer diagnóstico de un paciente con Alzheimer, la forma más común de demencia, fue hecho por Alois Alzheimer en 1906. En el presente, si un doctor os dice la frase del título, el camino que os espera es largo, duro, y con un final sin conocimiento, sin memoria. Es de las que nadie quiere escuchar en su vida, es como si te dijesen: "Bienvenido al infierno". Tan simple como morir en vida. La cosa no ha cambiado mucho después de más de 100 años.

Se dice que la gente que tiene Alzheimer muere dos veces, una cuando pierde la memoria y otra cuando muere de verdad. Aquellos que la padecen sufren las consecuencias devastadoras de la enfermedad sin ni siquiera darse cuenta. Los que quedan, los que observan desde fuera, es decir, esos espectadores de primera línea, los familiares, cuidadores.... esos que ven cómo una persona se desvanece, esos guerreros de la memoria, a todos ellos les dedico este artículo.

En los últimos tiempos el Alzheimer ha sonado mucho porque un grande de España ha muerto. Se murió sin saber quién era, sin recordar su grandiosa obra, sin rencor por aquellos que le traicionaron y que hoy lo encumbran como el más grande. Cómo no, hablo de Adolfo Suárez. Pero muchos otros sufren o sufrieron esta enfermedad. Pedro Simón lo recoge muy bien en su libro Memorias del Alzheimer. Antonico Mercero, Pasqual Maragall, Antonio Puchades,.... y tantos como unos 30 millones de personas más en el mundo sufren esta enfermedad devastadora en el presente. Se prevé que a mediados de este siglo la cifra rondará los 135 millones en todo el mundo. Imaginaos, 135 millones de seres humanos sin identidad propia, como zombies, sin saber quienes son, su vida borrada para siempre, dependientes de otros, del sistema... ¿vale la pena vivir así? ¿os gustaría morir dos veces?

Muchos os preguntaréis ¿quién padece Alzheimer? Otros dirán, en mi familia no hay casos por lo tanto a mí no me va a pasar. Algún listillo pensará, yo soy muy inteligente, leo mucho, estudio,....mi cerebro está libre de Alzheimer, etc. Pero, ¿y si os digo que menos del 1% de los casos son Alzheimer familiar, es decir, el Alzheimer de aparición temprana y debido a mutaciones genéticas? ¿Qué pasa con el 99% restante? Ahí está la clave. Amigos míos, siento decepcionaros, pero ese 99% somos todos nosotros. Es lo que se llama Alzheimer esporádico de aparición tardía normalmente a partir de la edad de 60 años. Es decir, cualquiera está expuesto a padecer Alzheimer, y después de más de 100 años desde que se identificó la enfermedad, las causas y la cura de esta enfermedad aún están en el aire. Por lo tanto, es casi como una lotería. Los avances científicos nos llevan a creer que nuestro estilo de vida juega un papel fundamental para que en el futuro uno pueda desarrollar o no la enfermedad de Alzheimer. El problema es que no se conocen aún biomarcadores de diagnóstico claros y menos que nos avisen con décadas de antelación del devenir de nuestro cerebro. Descubrir esto sería algo así como adivinar el futuro, pero aún no hay una bola de cristal que pueda hacerlo.

El factor de riesgo número uno para desarrollar Alzheimer es el envejecimiento, y todos nos hacemos viejos. De ahí que en la actualidad, debido principalmente al aumento de la longevidad humana, los casos de Alzheimer crezcan a pasos agigantados. ¿Cómo prevenirlo? ¿Cómo curarlo? Estas son las preguntas del millón. Se cree que una vida sana, el deporte, mantener la mente activa,.... son algunas de las actividades que previenen el Alzheimer. Hay tratamientos que estancan o ralentizan la progresión de la enfermedad pero no la frenan del todo. Es decir, la memoria se irá más tarde o más temprano y nuestro yo, nuestra vida, se desvanecerá paulatinamente hasta sumirnos en un mundo sin presencia, en el agujero negro de la memoria, donde la luz de nuestros recuerdos se apaga y nunca regresa.

¿Os gustaría saber de antemano que perderéis la conciencia de vosotros mismos? A mí solo de pensarlo me entran escalofríos. Además el Alzheimer es una enfermedad que puede durar décadas. El enfermo perdido en su mundo, los cuidadores desgastándose al compás del paso del tiempo y además el tremendo coste económico que esto supone. Por lo tanto, invertir en investigación en este campo es algo que urge no solo en España sino a nivel mundial. Algo se está haciendo, pero habría que hacer mucho más. Espero los de arriba lo escuchen, no mis vecinos, sino aquellos que saben quiénes son pero que parece sufren ese Alzheimer familiar de la clase política.

Terminaré mi relato con una cita atribuida al médico brasileño Dr. Drauzio Varella, que creo sintetiza en pocas palabras lo que en definitiva quiero decir: "En el mundo actual se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y en silicona para las mujeres que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará de para qué sirve". Creo que se puede decir más alto pero no más claro.