Adiós al aceite de oliva: el sucesor que quiere usurpar el trono elevando tu salud a otro nivel
El cártamo (Carthamus tinctorius) es una planta resistente que crece hoy en prácticamente todo el mundo.
Durante décadas, el aceite de oliva ha reinado en la cocina mediterránea como el más saludable. Sin embargo, un competidor poco conocido comienza a ganar protagonismo: el aceite de cártamo, extraído de las semillas de una planta de flores amarillas originaria de Asia. Según el medio alemán Chip, este aceite vegetal, rico en vitaminas y ácidos grasos esenciales, podría convertirse en una alternativa de primer nivel tanto por sus beneficios nutricionales como por su versatilidad en la cocina.
El cártamo (Carthamus tinctorius) es una planta resistente que crece hoy en prácticamente todo el mundo. Sus principales regiones productoras son India, Kazajistán, México, Estados Unidos, Argentina y China. Aunque a menudo se la ha considerado una planta menor o incluso una mala hierba, sus semillas esconden un tesoro nutricional.
Un aceite repleto de nutrientes
El aceite de cártamo destaca por su elevado contenido de vitaminas A, E y K, todas ellas esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Además, contiene una alta proporción de ácidos grasos insaturados, en particular ácido linoleico (omega-6) (que representa alrededor del 78 % de su composición) y ácido oleico (omega-9) (aproximadamente un 13 %).
Estos ácidos grasos, que el cuerpo humano no puede producir por sí mismo, fortalecen las membranas celulares, ayudan a mantener la presión arterial bajo control y favorecen la salud cerebral. También pueden tener un efecto positivo sobre los niveles de colesterol, contribuyendo a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Cómo aprovecharlo mejor
El medio alemán subraya que el aceite de cártamo es especialmente beneficioso cuando se consume en crudo, ya que conserva todas sus propiedades nutricionales. Es ideal para aliñar ensaladas, añadir sobre verduras cocidas o untar en pan integral.
No obstante, su uso culinario depende del tipo de procesamiento. El aceite prensado en frío es el más puro y nutritivo, ya que conserva las vitaminas y los compuestos antioxidantes naturales. Sin embargo, no debe calentarse demasiado: a partir de 150 °C comienzan a formarse sustancias nocivas. Por ello, este tipo de aceite se recomienda únicamente para platos fríos o templados.
En cambio, el aceite de cártamo refinado tiene un punto de humo más alto (210 °C), lo que permite utilizarlo para freír verduras o pescado. Aun así, Chip advierte de que no es el más adecuado para cocinar carne, ya que pierde parte de su sabor y estabilidad. En esos casos, es preferible recurrir a aceites más neutros, como el de colza o el de girasol.