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Adiós a la multa de 40.000 euros por los retretes portátiles en los campos de aceituna españoles

Adiós a la multa de 40.000 euros por los retretes portátiles en los campos de aceituna españoles

La organización Unión de Agricultores y Ganaderos (UAG) había calificado estas sanciones de "ridículas".

Plantación de olivos en Ciudad Real, España.Getty Images/Westend61

La campaña de recogida de aceituna en la provincia de Toledo ha suscitado controversia por las multas que habían impuesto los inspectores de trabajo a los agricultores debido a la ausencia de aseos portátiles en el campo. Sin embargo, estas sanciones, de hasta 40.000 euros, han sido finalmente suspendidas, un desenlace celebrado por los agricultores y la organización Unión de Agricultores y Ganaderos (UAG).

El conflicto comenzó a raíz de inspecciones laborales realizadas en localidades de Toledo como Villamuelas, Villasequilla y Mora, donde se levantaron actas por la falta de aseos portátiles para los trabajadores en los campos

La normativa establece los empleadores deben proporcionar acceso a aseos en las instalaciones donde los trabajadores desarrollan su actividad, como las naves donde se guardan los tractores y las herramientas. Sin embargo, no es obligatorio que haya aseos en cada olivar o terreno de trabajo, una diferencia clave que fue resaltada por la UAG.

Andrés García Vaquero, presidente de la organización en Castilla-La Mancha,  ha precisado a EFE que las sanciones podrían ascender a 40.000, dependiendo de la documentación requerida por la inspección y la resolución final del caso

Ante esta situación, la UAG actuó rápidamente, remitiendo un comunicado a los medios de comunicación en el que denunciaba lo que consideraba una "actuación ridícula" por parte de los inspectores. "La situación supera el absurdo, se convierte en un esperpento, en una astracanada", criticó.

La organización pidió así suspender las sanciones, ya que solo generaban "intranquilidad y animadversión" entre los profesionales del campo, quienes ya se enfrentan a la ardua tarea de la campaña de recogida. 

"Es por esto que unión de Castilla La Mancha pide a la inspección de trabajo que recapacite y suspenda estas conductas inspectoras, que además de ridículas están generando intranquilidad y animadversión entre la gente del campo".

El comunicado de la UAG también llegó a instancias superiores, incluyendo la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, buscando que la inspección reconsiderara su postura. El resultado fue una suspensión del procedimiento, lo que ha sido recibido como una victoria por parte de los agricultores.

García Vaquero expresó su satisfacción por la resolución y agradeció el apoyo de los medios de comunicación, cuyo eco permitió que la situación fuera conocida a nivel regional y nacional. "Gracias a la repercusión mediática, hemos conseguido que no se sigan adelante con las denuncias", declaró el presidente de la UAG, destacando la importancia de la unidad en la denuncia de lo que consideraron una medida desproporcionada.