Animan a realizar estas tareas en tu frigorífico en octubre para reducir las facturas de luz en invierno
Nuestros bolsillos nos agradecerán realizar esta simple acción.
Muchas familias ven cómo sus facturas de electricidad se disparan en otoño. Aunque esto suele achacarse a encender la calefacción por la bajada de las temperaturas, hay un electrodoméstico que, sin hacer ruido, consume energía 24 horas al día: el frigorífico.
Mal mantenido, este electrodoméstico puede consumir hasta un 30 % más de electricidad en invierno. ¿La causa? Acumulación de escarcha, rejillas sucias, temperatura mal ajustada o una simple mala organización interna. Afortunadamente, los expertos aseguran que una simple acción puede ayudarte a reducir significativamente tu factura energética durante el invierno.
Octubre es el mejor momento para revisar la nevera
El mes de octubre marca la transición hacia el frío, pues es cuando empezamos a sacar las mantas, encender la calefacción y reorganizar nuestras rutinas. Pero también es el momento perfecto para revisar nuestras neveras y darles el cuidado que necesitan.
Descongelar el frigorífico antes de que llegue el invierno es fundamental, ya que solo 3 mm de escarcha en el congelador pueden aumentar el consumo un 10%, recoge 20 minutes. Y octubre es ideal para hacerlo porque las temperaturas son moderadas y no hay riesgo de que los alimentos se echen a perder tan rápido como en verano.
Pero el verdadero secreto para ahorrar está en la parte trasera: las rejillas o serpentines. Cuando se llenan de polvo o grasa, el motor del frigorífico se esfuerza más de lo necesario para enfriar. Una limpieza rápida con un aspirador (desenchufado) o un paño húmedo puede representar varios euros de ahorro al mes. Para ello, solo hay que seguir unos simples pasos:
- Vacía el congelador y deja que el hielo se derrita. Un recipiente con agua caliente puede acelerar el proceso.
- Limpia el interior del frigorífico con agua tibia y vinagre blanco.
- Aspira o limpia con cuidado las rejillas traseras.
- Ajusta la temperatura: +4 °C para el refrigerador, -18 °C para el congelador.
Una vez limpio, reorganiza los alimentos de forma eficiente. Coloca los productos más sensibles (como carne o lácteos) en la parte inferior, donde hace más frío, y utiliza los estantes superiores para productos menos perecederos. Además, mantener el frigorífico lleno, pero no saturado, ayuda a conservar mejor la temperatura interna.
Evita errores comunes como meter comida caliente, dejar la puerta mal cerrada o colocar el aparato contra una pared o radiador. Todos estos gestos fuerzan el motor y aumentan el gasto.