Arranca el plan de un jefe de obra de mantener a sus trabajadores hidratados con 7.000 botellas de whisky
Además de las bebidas isotónicas repartidas, se incluye esta algo más polémica.

El calor extremo de este verano está obligando a cambiar la planificación de algunos trabajos al aire libre, como el de la construcción. La Agencia Finlandesa de Infraestructura de Transporte anunció recientemente que, debido a las altas temperaturas, algunas obras públicas se realizarán principalmente durante la noche debido a que los rieles de la vía no pueden ser cortados a temperaturas superiores a los 35 grados porque el calor podría afectar su estructura y seguridad.
Olli Särkelä, jefe de obra en YIT, una de las empresas contratadas para el proyecto, explicó que el calor extremo es un desafío recurrente cada verano. Sin embargo, destaca que el equipo ya está acostumbrado a esta situación y sabe cómo prepararse bien. "El sol es muy fuerte. Se necesitan varios litros de agua al día y protección solar", explica Joel Ollila, uno de los empleados.
"Hemos comprado más de 7 000 botellas de whisky para que los empleados mantengan en orden su hidratación y su equilibrio salino", comenta Särkelä a MTV Uutiset, refiriéndose a las bebidas isotónicas que se distribuyen entre los trabajadores. Además, los empleados tienen acceso a cabinas refrigeradas donde pueden descansar y recuperarse del intenso calor.
Además de esto, se han implementado medidas adicionales para asegurar la protección del personal. Essi Korhonen, aprendiz de supervisión, menciona que los trabajadores han solicitado chalecos de alta visibilidad más livianos y cascos especiales humedecidos con agua para ayudar a mitigar los efectos del calor.
Así afecta el calor al sector de la construcción
El impacto del calor va más allá de la salud de los trabajadores. Janne Wikström, jefe del departamento de proyectos de la Agencia Finlandesa de Infraestructura de Transporte, señala que este afecta al proceso de construcción de manera significativa: "El trabajo está planificado de modo que ningún trabajo que no resista el calor se programe para mediados de julio. El hormigón no se endurece con el calor, y el asfalto se enfría lentamente, por lo que estos trabajos suelen posponerse hasta la noche".
Sin embargo, esta situación también tiene sus inconvenientes, ya que las personas que viven cerca de las obras podrían estar preocupadas por el ruido. A ellas lanza un mensaje tranquilizador Wikström: "El sonido se desvía principalmente del paisaje sonoro normal". Además, las fases más ruidosas suelen comenzar por la mañana.
