Astrónomos no encuentran explicación a la explosión cósmica jamás vista

Astrónomos no encuentran explicación a la explosión cósmica jamás vista

Su nombre es AT2021lwx.

Imagen del telescopio espacial Hubble que muestra una explosión supernova llamada SN 2014J en la galaxia M82NASA, ESA, and the Hubble Heritage Team (STScI/AURA)

Hito histórico en la astronomía. Un equipo de astrónomos dirigido por la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha descubierto la mayor explosión cósmica jamás vista, más de diez veces más brillante que cualquier supernova conocida y tres veces más brillante que el evento de disrupción de marea más brillante, en el que una estrella cae en un agujero negro supermasivo, según publican en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

La explosión, conocida como AT2021lwx, ha durado en la actualidad más de tres años, en comparación con la mayoría de las supernovas, que sólo brillan visiblemente durante unos meses. Tuvo lugar a casi 8.000 millones de años luz, cuando el universo tenía unos 6.000 millones de años, y todavía está siendo detectada por una red de telescopios.

Los investigadores creen que la explosión es el resultado de una inmensa nube de gas, posiblemente miles de veces mayor que nuestro sol, que ha sido violentamente perturbada por un agujero negro supermasivo. Fragmentos de la nube serían engullidos, enviando ondas de choque a través de sus restos, así como a una gran "rosquilla" polvorienta que rodea al agujero negro. Este tipo de sucesos son muy raros y no se ha observado nada semejante hasta ahora.

El año pasado, los astrónomos fueron testigos de la explosión más brillante de la que se tiene constancia: un estallido de rayos gamma conocido como GRB 221009A. Aunque esta explosión fue más brillante que la de AT2021lwx, sólo duró una fracción de tiempo, lo que significa que la energía total liberada por la explosión de AT2021lwx es mucho mayor.

Se descubrió por casualidad

AT2021lwx fue detectado por primera vez en 2020 por la Zwicky Transient Facility de California, y posteriormente por el Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS) de Hawai. Estas instalaciones vigilan el cielo nocturno para detectar objetos transitorios que cambian rápidamente de brillo, lo que indica la existencia de eventos cósmicos como supernovas, así como para encontrar asteroides y cometas. Hasta ahora se desconocía la magnitud de la explosión.

“Lo descubrimos por casualidad, ya que nuestro algoritmo de búsqueda lo señaló cuando buscábamos un tipo de supernova”, explica Philip Wiseman, investigador de la Universidad de Southampton que dirigió la investigación.

El experto destaca que “la mayoría de las supernovas y perturbaciones de marea sólo duran un par de meses antes de desvanecerse. Que algo brillara durante más de dos años fue inmediatamente muy inusual”.