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Dave, psicólogo de 51 años en Nueva Zelanda: "Aquí casi no hay casos de agotamiento laboral, no he tenido estrés en años"

Dave, psicólogo de 51 años en Nueva Zelanda: "Aquí casi no hay casos de agotamiento laboral, no he tenido estrés en años"

El profesional afirma que en ese país es muy fácil desconectar del trabajo debido a la cantidad de actividades al aire libre que pueden realizar sus ciudadanos.

Empresario boca abajo sobre una pila de papeles
Empresario boca abajo sobre una pila de papelesKen Kaminesky

En Nueva Zelanda, conocida como la tierra de los kiwis, por el ave nacional y el apodo de sus habitantes, la vida parece fluir con otro ritmo. La naturaleza, la calma y un fuerte sentido del equilibrio personal marcan el día a día de los neozelandeses. Y, según Dave, psicólogo en el sistema penitenciario y con consulta privada en Christchurch, ese bienestar se nota también en la salud mental.

"En Nueva Zelanda se le da mucha importancia al equilibrio entre la vida laboral y personal", explica a HBVL. "Como una rara excepción, tengo un paciente con síndrome de burnout. Aquí, desconectar después del trabajo es muy fácil porque la gente pasa mucho tiempo al aire libre: surfeando, esquiando, en bicicleta de montaña o haciendo senderismo".

Dave asegura que incluso en los momentos de mayor carga laboral, la respuesta colectiva es desacelerar. "Está arraigado en la identidad neozelandesa el bajar el ritmo cuando hay mucho trabajo, en lugar de trabajar más, porque es entonces cuando se corre el riesgo de cometer errores. Si un gerente percibe presión y estrés en el trabajo, dice: 'Paren. Vamos a tomarnos un descanso y ver qué pasa. Estableceremos las prioridades y trabajaremos con calma'".

En su entorno, las horas extra no son una medalla, sino una señal de alerta. "A un empleado que trabaja horas extras se le preguntará si es necesario reducir alguna tarea", añade. Además, la ley respalda esta cultura: los empleadores están obligados legalmente a atender las quejas relacionadas con el estrés, y las empresas contratan a psicólogos para hacerlo. "La salud laboral está bien gestionada. Yo, personalmente, no he tenido estrés en siete años", confiesa.

Escasez de psicólogos

Paradójicamente, en un país donde el estrés es casi inexistente, la psicología sufre de escasez de profesionales. Dave lo atribuye a varios factores: "Esto se debe principalmente al programa universitario de ocho años. La educación también es cara allí, lo que significa que se gradúan pocos psicólogos. Y luego tienen problemas con la fuga de cerebros porque los jóvenes graduados se van al extranjero, a Australia o Canadá. Nueva Zelanda es demasiado pequeña y está demasiado lejos para que puedan entretenerse toda la vida".

Aun así, la demanda de profesionales del bienestar mental sigue creciendo, lo que convierte a la psicología, junto con la medicina, la ingeniería o la enseñanza, en una de las profesiones más demandadas para inmigrantes.

A Dave, originario de Bélgica no vino nada mal esta escasez de psicólogos. El experto señala que "Nueva Zelanda gestiona su inmigración de forma muy estricta". "Utilizan un sistema de puntos y garantizan una buena distribución. Si tienes suficientes puntos, puedes optar a un permiso de trabajo", precisa.

Dado que la psicología es una profesión que necesita personal, Dave obtuvo una puntuación alta. "Antes de poder ir con mi familia, necesitaba una oferta de trabajo, así que solicité el puesto desde Bélgica. El proceso tardó dos años. Una vez allí, Nueva Zelanda logra crear una sociedad multicultural: nuestros vecinos vienen de todas partes del mundo: irlandeses, chinos, japoneses y estadounidenses".

Un "lugar feliz", pero no perfecto

Aunque el país suele encabezar los rankings de calidad de vida, no está exento de problemas sociales. "Principalmente, los neozelandeses sufren trastornos de ansiedad y algunos problemas con las drogas. A veces también soledad", cuenta Dave. 

"Es una isla fantástica si eres joven, estás sano y trabajas. Pero en cuanto a sanidad y apoyo social, es mucho peor que en Bélgica. Además, hay mucha vulnerabilidad social, especialmente entre los maoríes, los habitantes originarios del país”.

El psicólogo señala también el alto coste de vida y los elevados precios del mercado inmobiliario. "Las personas con discapacidad o sin trabajo lo pasan mal. El precio de la vivienda es muy elevado", lamenta.

Cómo trabajar en Nueva Zelanda

Nueva Zelanda ofrece oportunidades laborales y de vida únicas para extranjeros. Para trabajar allí, hay que cumplir con algunos requisitos básicos: tener más de 18 años, un buen nivel de inglés y el visado adecuado. Los principales tipos de visado son:

  • Visa de estudiante, que permite trabajar hasta 20 horas semanales.
  • Visa de trabajo, vinculada a un contrato laboral.
  • Visa working holiday, válida por un año y destinada a jóvenes de ciertos países.
  • Visa de pareja, disponible para acompañar a un titular de permiso laboral.
  • Categoría Skilled Migrant, basada en un sistema de puntos según experiencia y formación.

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